Dicen zapatero a tus zapatos a personas que se inmiscuyen en asuntos que no son de su competencia. Suele suceder frecuentemente que funcionarios públicos de pronto se pronuncian en asuntos que no les concierne y les puede costar el cargo.
Le acaba de pasar a Heber Cusma Saldaña a cargo de la Secretaría de Gestión Pública de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), destituido por haberse tomado la atribución de ordenar a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) derogar una norma que prohíbe realizar clases 100% virtuales en las universidades.
El origen de la frase se remonta a Apeles, un pintor que exponía sus cuadros en jardines públicos y se escondía para escuchar a quienes veían sus obras y conocer de sus impresiones.
Apeles había sido escogido por Alejandro Magno para que lo inmortalice con un retrato en uno de sus cuadros.
Un buen día en una exposición en un jardín público, un zapatero criticó duramente la forma como Apeles había pintado un zapato, por lo que después el pintor corrigió el defecto y lo dibujó de mejor forma.
Días después el mismo zapatero visitó la exposición y se percató que el artista había corregido lo del zapato, por lo que envalentonado decidió trasladar sus duras críticas a otros aspectos de las obras como son las piernas y entonces Apeles salió de su escondite para gritarle enojado «Ne supra crepidam sutor judicaret», es decir «El zapatero no debe juzgar más arriba de las sandalias», frase que ha quedado reducida al dicho español: «Zapatero, a tus zapatos».