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sábado, noviembre 23, 2024

YESENIA

Atenta y risueña, con esa sonrisa que produce la tranquilidad de llevar la fiesta en paz con Dios, Yesenia Castillo Romaní , nació en Lima pero también se siente identificada con sus ancestros y se proclama chola chiclayana.

 

Del norte conserva gratos recuerdos por los viajes que realizó desde niña y la posibilidad de un ceviche le hace brillar los ojos y apurar una saliva.

 

Cuando ingresó a trabajar a la radio se convenció que lo suyo es el periodismo y postuló con éxito a la universidad y los cinco años se pasaron volando, como le dije, pero no contó con una pandemia que condiciona y demora su título de licenciada en ciencias de la comunicación.

 

Inquieta por las noticias, por lo que ocurre en el mundo, en otros continentes, ingresa temprano a internet y navega por diversas fuentes internacionales para estudiar, documentarse y seleccionar aquellas sobre las que conversaremos.

 

Eso sucedía todos los días y para completar la estructura que diseñó y según la noticia y esencia del tema, escogía al experto que mejor podría opinar a quien le advertía con tiempo la noticia que someteríamos al análisis.

Así fue comprendiendo que aquello que sucede en otro país, por muy lejano que sea, de alguna manera va a influir en el nuestro, sometido siempre al comportamiento de las bolsas de valores, la balanza comercial, relevos políticos, pugnas ideológicas y catástrofes naturales.

 

Está convencida que los creyentes tenemos autoridad sobre todo aquello que consideramos malo, apoya a su única hermana que se quema las pestañas por el sueño de ser una gran diseñadora de modas y confía que sabremos superar la peste.

 

De profundizar en asuntos a los que antes había prestado poca atención se va forjando el espíritu y el conocimiento de una joven que nació para vibrar con las noticias y gracias a su indesmayable espíritu de superación, sabrá alcanzar las nobles metas que se ha trazado. No desmayes Yesenia, esto acabará.

 

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