En su inagotable búsqueda de imágenes espectaculares, Lupe Chávarri llegó a Uyuni, en Bolivia, el salar más grande del mundo, de más de diez mil kilómetros cuadrados de extensión y la cuenca donde se encuentra mide más de 60 mil km.
Con un espíritu de aventura inagotable y sedienta de conocimiento se trasladó hasta la provincia de Daniel Campos, en el departamento de Potosí, para conocer de cerca y tomar fotos de uno de los más importantes destinos turísticos de Bolivia y de Sudamérica.
El paisaje parece de otro planeta, con ese espejo gigante a más de 3 mil 600 metros de altura y salvo unos cactus también gigantes, la flora singular de la zona es el único alimento que disponen especies como vicuñas, vizcachas y especialmente flamencos que se sienten dueños de un lugar que hasta antes de la pandemia recibía más de 300 mil visitantes al año.
Se estima que Bolivia extrae un promedio de 25 mil toneladas de sal al año y contiene un total superior a los diez mil millones de toneladas.
En determinada época el espejo de Uyuni, visto desde el espacio, es mejor referente que el océano para la calibración de los satélites, debido al alto porcentaje de superficie lisa y su alta reflectividad.
Científicos del Servicio Geológicos de los Estados Unidos de Norteamérica, aseguran que Uyuni es también la mayor reserva de litio del mundo y que en un futuro próximo puede convertirse en importante fuente generadora de divisas para Bolivia, capaz de cambiar el destino de esa nación.