Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara MBA, sociólogo.
Podríamos decir que los primeros inicios del neoliberalismo en el Perú ocurrieron mediante Pedro Gerardo Beltrán, ministro de hacienda, en el 2do gobierno de Manuel Prado, de tendencia conservadora. Beltrán asumió la cartera del ministerio de Hacienda (1959-1961) llamado así en ese entonces, donde se propuso como objetivo iniciar una política de ajuste para ordenar las finanzas y estabilizar la moneda luego del populismo económico que había desatado la dictadura militar del general Manuel A Odría y que no habían podido corregir los tres primeros ministros de Hacienda de Prado; el alza del costo de vida producto del populismo y los controles de precios.
Beltrán recurrió a un préstamo del Banco Central de Reservas para inyectar circulante y logró un préstamo del Fondo Monetario Internacional para restablecer las reservas internacionales. Asimismo, recortó el gasto público, eliminó los subsidios a los productos de primera necesidad: combustibles, transporte y carne; elevó el precio de la gasolina, congeló los salarios y desapareció el control de cambios.
En un primer momento, su política benefició sustancialmente al sector exportador, con la devaluación de la moneda nacional. Sin embargo, con la recesión generada, empezaron las huelgas y las críticas desde el sector nacionalista, debido a la subida del precio de la gasolina.
Tras los años 70, donde se seguía una tendencia estatista, y los años 80, donde el aspecto económico cayó hasta la hiperinflación, escasez de alimentos y emigración masiva de los peruanos a otros países, llegaría en 1990 al poder Alberto Fujimori, donde tras aplicar un shock económico y, por consiguiente, la devaluación de la moneda, se logró la ansiada eliminación de control de precios y el cambio de moneda del devaluado inti al nuevo sol peruano. Para ello aplicó algunas medidas de corte neoliberal como, por ejemplo; la privatización de recursos como la luz, el teléfono y también los proyectos mineros, que habían quedado estancados por su nacionalización. También se autorizó la firme liberalización financiera, comercial y monetaria, esta última tras acuñar un tipo de cambio estable para la nueva moneda; y por último la reducción del Estado. Con esto se logró reinsertar al Perú en el sistema financiero internacional. Tras estas medidas, el país luego se orientó rumbo a la economía libre de mercado, este nuevo sistema fue continuado por los siguientes 20 años posteriores al gobierno de Fujimori, por Toledo, García, Humala, Kuczynski, Vizcarra y actualmente por Pedro Castillo, acompañado de un discurso neo-populista de sobrevivencia política sin brújula, que ha llevado al Perú a una encrucijada con un congreso que no puede asumir las tareas legislativas para un Estado de Derecho.
Teóricos del Neoliberalismo en el Perú
El neoliberalismo en el Perú fue a través de la figura de Hernando de Soto y el Think Tank fundado por él, el Instituto Libertad y Democracia (ILD). Todo esto desde una perspectiva trasnacional que articulo lo que sucedía en el Perú como un país andino con los movimientos en la escena internacional. Hernando de Soto comienza su labor intelectual en el Perú a contracorriente de lo que ocurría. Al cabo de algunos años este economista sería pieza fundamental en la construcción de las redes neoliberales en el Perú y su posterior auge. La Fundación Internacional para la Libertad (FIL) creada en el 2003 y encabezada por el peruano Mario Vargas Llosa, a su vez becario de la Fundación Atlas. Esta fundación es el resultado de la unión de Think Tanks ubicados en América Latina, Estados Unidos y España. La junta directiva de esta institución estaba integrada entre otros por, Enrique Ghersi, coautor del best-seller El Otro Sendero.
El neoliberalismo surge como reacción a la intervención del Estado como garante de una mayor justicia social (es decir, del Estado benefactor), y toma fuerza gracias a las debacles de la economía capitalista del siglo XX, particularmente las registradas a finales de los años 20 y la de la década de 1970. El neoliberalismo experimentó una expansión mundial en las últimas décadas del siglo XX, lo cual se compaginó con el ascenso de la globalización como proceso de carácter económico, tecnológico y social, que produciría un mundo más compenetrado e interconectado a nivel de mercados, sociedades y culturas.
La expansión del sistema capitalista como producto de la caída de las economías, junto con principios propios del neoliberalismo, tales como la limitación de la intervención estatal en las relaciones comerciales, y la oposición a las regulaciones y los aranceles, todo ello bajo el esquema del libre mercado, ha ido provocando una unidad económica mundial, con fronteras cada vez más abiertas y mercados comunes cada vez mayores, propia de una economía globalizada.
El neoliberalismo como un fenómeno, y un set de políticas públicas que se basan en la provisión de servicios públicos en mecanismos de mercado; y una ideología que postula la libertad individual como máximo valor humano.
Neoliberalismo y Ciudadanía Social nos presenta un diagnóstico de la articulación contemporánea entre el neopopulismo neoliberal de los noventa, en el caso peruano, y el tipo de ciudadanía social que desarrolló y desarrolla el Estado peruano, en la actualidad, a partir de la relación ciudadanía/ciudadanización.
En Latinoamérica, la vertiente clásica del populismo tiene lugar en la década de 1940. Surge como una respuesta a las nuevas demandas económicas, sociales y políticas tras las migraciones campo-ciudad. el populismo destaca por tener, en primer lugar, una elite que desea mantener el estatus-quo, es decir, el orden de las cosas tal cual están. En segundo lugar, depende políticamente de una masa movilizada por el factor esperanza o un cambio creciente de las expectativas y en tercer lugar la presencia de un discurso demagógico de amplio contenido emocional. En cuanto a su relación con la democracia, existen dos principios que la relacionan con el populismo, uno es de diferencia y otro de semejanza. El primero se caracteriza por ceder la mayoría de las facultades políticas a un representante que se define como el mejor para llevarlas a cabo; el segundo, es que al igual que en la democracia el pueblo se siente identificado con el líder y por eso escogen a individuos con modismos, atuendos para vestir (el sombrero campesino, la chaqueta Nehru estilo Mao) y el estilo para hablar con los cuales se sienten familiares; son algunas de las características del populismo del Siglo XXI, otro de sus rasgos fue la cristalización del estado social peruano, la construcción de obras públicas y el desarrollo de una estabilidad económica para los sectores empresariales.
La relación entre populismo, neopopulismo y neoliberalismo en el Perú de las últimas décadas del siglo XX e inicio del siglo XXI, en dónde finalmente el Fujimorismo entendido como expresión política neo populista mercantilizo los derechos sociales. Pero a su vez configuro una serie de obras públicas y genero una estabilidad económica a los sectores empresariales.
Castillismo Neopopulista
El triunfo de del Presidente Castillo, trajo consigo la precariedad política, con un ejecutivo mediocre, que se expresa en los cambios consecutivos de ministros con poco y nada de idoneidad; donde han juramentado a un total 70 ministros en solo un año y dos meses de gestión presidencial, causando inestabilidad política. El discurso neo populista de izquierda que caracteriza este gobierno, desde el sombrero chotano, como un arquetipo a la corbata de seda, sin propuesta de gobernabilidad y la falta de equipo de ministros y asesores políticos idóneos. No existe un diagnóstico político para el quehacer. Además, la inseguridad que aqueja a la población en todo el territorio peruano, la violencia contra la mujer, el bajo desempeño académico de los escolares, la infraestructura y falta de personal, y atención en los hospitales, el nivel de corrupción en los poderes del Estado, y la falta de dinero para una adecuada alimentación, se suma la crisis por el tema de los fertilizantes necesarios para el inicio de la campaña agrícola 2022-2023.
El salvavidas de la OEA puede convertirse en jaque mate
En medio del caos político. Castillo ha recurrido a La Organización de los Estados Americanos. La OEA ha acordado enviar a Perú un “grupo de alto nivel” para analizar la situación política que atraviesa el Perú. La resolución se enmarca como un logro para el presidente peruano Pedro Castillo que había solicitado activar la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo para «preservar la democracia”. Pero esta Carta podría ser también una mala jugada, y que la OEA recomiende, al Presidente Pedro Castillo dar un paso al costado y llamar a nuevas elecciones, porque se encuentra sitiado por denuncias de corrupción, lo que se convertiría en un enroque político para Castillo y un jaque mate.
Por otro lado, la impopularidad del actual Congreso del Perú no tiene precedentes. Una reciente encuesta indico, que quienes apoyan al Congreso no alcanza el 7%. Esto nos pone en evidencia la impopularidad de los congresistas entre ellos acusados de corrupción y otros delitos contra la salud y la vida en los casos de presunta violación sexual.
¿Un país sin salida? o una salida patriótica
¿El Perú es un país sin salida? es la pregunta en primera línea, un gobierno desgastado imposibilitado de liderar una nación y un congreso pimpón entre la vacante, o cierre que se vayan todos. La salida es un acuerdo patriótico de los partidos políticos, las instituciones, gremios sociales, la prensa, colegios profesionales están frente a la tarea histórica de la defensa de nación como patriotas. La patria es de todos los ciudadanos. Esto, sobre todo, cuando las tecnologías, las amenazas y las oportunidades para el país evolucionan con tanta celeridad.
Miami, Florida noviembre 2022.