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sábado, noviembre 23, 2024

UN DIABLO PARA CASTILLO

El diablo es en la biblia una entidad malévola, el demonio que domina los infiernos, el que convertido en serpiente tentó a Eva en el Paraíso y trató de hacer lo mismo con Jesús en el desierto.

Es la criatura a la que debemos temer y desde niños buscamos huir ,de escaparnos para no caer en sus garras.

Pero en los salones de billar el diablo es un instrumento que ayuda a resolver situaciones casi imposibles. Quienes jugaron billas alguna vez en su vida sabrán que obligados por las reglas del juego se habrán visto en la necesidad de golpear con el taco determinada bola que por su ubicación resulta imposible de hacer.

La ubicación no permite acomodar la mano izquierda (generalmente) sobre la que debe reposar la parte delantera del taco, mientras usamos la derecha para sostenerlo y empujar desde atrás.

Ese movimiento algunas veces resulta imposible debido a que la bola que debemos golpear está en un extremo de la mesa y por más que nos recostemos sobre ella no logramos alcanzar la comodidad necesaria para la jugada.

Entonces es que recurren al diablo, que en algunos lugares le dicen también la calandria. Una suerte de taco con ranuras que para el caso reemplaza la mano izquierda y facilita la jugada que parecía imposible.

No sé qué diablo usará esta mañana Pedro Castillo para dirigir un mensaje a la nación, cuando las múltiples denuncias que pesan sobre él habrían sido motivo para su remoción en cualquier país civilizado.

Los dedos que lo señalan y acusan no son solamente de la oposición, son principalmente de gente cercana a él, son sus amigos como Bruno Pacheco o conocidos como Zamir Villaverde y Karelim López.

Es la contraloría general de la república y la fiscal de la nación, son los distintos fiscales que investigan los diferentes casos en los que está involucrado. Son ex comandantes generales de la policía, del ejército y de la fuerza aérea.

Son algunos de sus propios ex ministros que participaron a su lado en este mamarracho de gobierno que no hay cuando termine.

Los que acusan a Castillo son los millones de peruanos que padecen las consecuencias del desastre económico en el que nos ha embarcado.

No sé qué diablo podrá salvar a Pedro Castillo de ir con sus huesos a Barbadillo, a compartir prisión con Fujimori.

  1. PD.- Mi solidaridad con mis paisanos de Tacna afectados anoche por un fuerte sismo.

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