Es de los amigos de la infancia que conocí antes de coincidir en el mismo salón de clases, en la primera promoción del Colegio Champagnat de Tacna y de los pocos con los que sigo en contacto, a pesar de las ocupaciones laborales y familiares y del paso pesado de los años.
El cohete que construyó con su inseparable cómplice de travesuras Juan Carlos “El Diablo” Fuster, en el curso de química, se convirtió en una de esas anécdotas inolvidables de la secundaria.
Compartimos fiestas infantiles de cumpleaños que luego, con los años, se trasformaron en reuniones de adolescentes quinceañeros, bailes de promoción y alguna despedida de soltero.
Vino a Lima para estudiar ingeniería alimentaria en la Universidad del Callao, consiguió trabajo, se casó y se quedó hasta ahora, como quien dice para siempre.
Ahora sus habilidades culinarias y pirotécnicas permiten que sus amigos disfrutemos en Navidad de ricos panetones gracias a cortesías que le permite el cargo de Superintendente de Operaciones en Panificadora Gloria S.A. y parrillas de las que es experto en una de esas aficiones que mostró desde la época escolar.
Nada tiene que ver con el panetón que algunos anuncian presentarán para que compita con Keiko Fujimori en las próximas elecciones.
Seeeeeeergio, con una e que se prolonga indefinidamente, es una forma como lo suelen llamar sus más íntimos amigos y no se molesta ni incomoda. ¿cuándo surgió eso? Seguramente en la primaria y es la manera como comienzan las bromas y sonrisas en las reuniones.
Como todo tacneño suele regresar siempre a su tierra para desandar sus pasos por esos senderos que Machado dijo no volvería a caminar. Sergio es playero acude con igual entusiasmo a Llostay, La Lisera y Tomoyo Beach.
Con Miguel Flores disputa el mérito de saber preparar el mejor y más rápido picante de guata, a la tacneña, con pata, charqui, chalona y ají colorado, mucho ají de La Yarada.