Les dicen así a las personas que son colocadas en determinada posición, en alguna organización, únicamente para que se enteren y cuenten lo que está sucediendo en ese lugar.
Todo lo que ve, oye o deduce es transmitido inmediatamente a su superior, para que esté enterado hasta del último detalle de lo que sucede en esa organización.
Ser el ojito derecho de alguien es gozar de la mayor confianza de esa persona.