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sábado, noviembre 23, 2024

SÁNCHEZ CERRO

Los mangaches son los habitantes de un barrio donde se instalaron los primeros esclavos procedentes del Congo, en la parte norte de la ciudad de Piura, que se caracteriza por su afición a las jaranas, los pleitos entre ellos y sus vecinos y sus guapas mujeres, razón por la que generalmente se originan los problemas.

Son amantes de la buena música y el baile, eximios exponentes del tondero y la marinera y quienes mejor preparan el seco de chabelo, el claro o clarito con chifles y los ricos tamales.

De allí salió Luis Miguel Sánchez Cerro, dos veces presidente del Perú. La primera vez producto de un golpe de Estado, encabezando una junta militar de gobierno que comenzó un día como hoy 22 de agosto y la siguiente por discutidas y reñidas elecciones.

Derrocó a Leguía en 1931 y después de ganar las elecciones promovió la Constitución de 1933. Haya de la Torre líder del nuevo partido político APRA desconoció el resultado de las elecciones y Sánchez Cerro comenzó una persecución que desembocó en la Revolución de Trujillo, en 1932. Fue el segundo atentado que sufrió en su corta permanencia en el gobierno y el principal sospechoso fue un joven aprista.

El asesinato ocurrió cuando se retiraba del Hipódromo de Santa Beatriz a donde acudió a pasar revista a las tropas que se disponían a viajar para participar en el conflicto con Colombia.

Sánchez Cerro fue un mestizo cholo que, sin duda, por el color de su piel despertó simpatías en algunos sectores de la población, además de las medidas que dictó como la creación de los primeros comedores populares, vacaciones para los obreros, descanso remunerado, mejoró el equipamiento de las Fuerzas Armadas y dispuso la prohibición de reelección presidencial inmediata que rige hasta el día de hoy.

El mismo día que lo asesinaron, 30 de abril de 1933, el congreso constituyente eligió al General Oscar R. Benavides para que asuma la presidencia hasta que termine el mandato para el que fue elegido Sánchez Cerro.

 

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