Todavía estaba soltero cuando en Correo de Tacna me gané el apodo de “saco largo” debido al abrigo que usaba en las frecuentes madrugadas para protegerme del frío invierno de mi tierra. Cerrar la primera página del diario es una tarea delicada y en ese tiempo estábamos sujetos a recomendaciones que llegaban a medianoche desde Lima.
Saco largo tiene un significado que va más allá de la vestimenta. Llamamos así a los varones casados, obedientes, atentos a cumplir las órdenes de sus esposas.
En lenguaje vulgar significa estar “pisado” (dominado) por su pareja.