Se trata de un dicho que destaca el cambio que se ha producido en una persona que, de condición sencilla y humilde de pronto irrumpe en la escena cargado de oros, lujos, opulencia y fastuosidad.
También puede tratarse de la frágil figura de una adolescente que se convierte en atractiva mujer o del modesto dirigente popular haciendo alarde de poderes políticos que la casualidad le regala.
Quien te ha visto y quién te ve le dicen al campesino que salió del pueblo vestido de cachaco y un buen día regresó cargado de medallas y galones de general.