Es escapar velozmente, muy rápido, cuanto antes, huir del peligro, salir de esa situación en el acto, fugar, abandonar, salir apurado, presuroso, raudo y fugaz.
Existen varias versiones sobre el origen del dicho y la primera que salta al oído es el polvo que se levanta al correr por un piso de tierra.
Otra explicación alude a la jerga de los delincuentes para quienes polvorosa, en algunos lugares significa la calle, la vía de escape.
Por último existe una versión que se remonta a los tiempos del Rey Alfonso el Magno, quien venció a los musulmanes en una histórica batalla que se libró en Polvorosa, un lugar de Palestina, cuando se produjo un eclipse de luna que atemorizó a los sarracenos del emir de Córdova.