La epidemia del Covid 19 detuvo y retardó todos los procesos de adecuación de las universidades a la nueva ley 30220, especialmente en lo referido a los grados y títulos académicos de los docentes, hoy más exigentes y de cumplimiento obligatorio.
La nueva ley señala que entrar a la carrera docente se hace por concurso público de méritos. Tiene como base fundamental la calidad intelectual y académica del concursante, conforme a lo establecido en el estatuto de cada universidad.
Para ser profesor principal se requiere título profesional, grado de doctor obtenido con estudios presenciales, y haber sido nombrado antes como profesor asociado. Por excepción, podrán concursar sin haber sido docente asociado a esta categoría, profesionales con reconocida labor de investigación científica y trayectoria académica, con más de 15 años de ejercicio profesional.
Para ser profesor asociado se requiere título profesional, grado de maestro, y haber sido nombrado previamente como profesor auxiliar. Por excepción profesionales con reconocida labor de investigación científica y trayectoria académica, con más de diez 10 años de ejercicio profesional.
Para ser profesor auxiliar se requiere título profesional, grado de maestro y 5 años en el ejercicio profesional. En toda institución universitaria, sin importar su condición de privada o pública, por lo menos el 25 % de sus docentes deben ser a tiempo completo.
La nueva ley sorprendió a numerosos docentes en categorías para las que no cumplen con los requisitos ahora exigidos, razón por la cual se estableció un plazo que está por vencer este año, para que alcancen los grados académicos requeridos.
Hace más de un año el mundo entero padece una epidemia letal que ha causado la muerte de miles de compatriotas y cambió nuestras vidas.
La universidad también resultó afectada por la epidemia. En algunas suspendieron nuevos ingresos de estudiantes y de igual manera se afectó el dictado de cursos de pre y post grado.
Son numerosos los casos de profesores que interrumpieron sus estudios, igual que otros miles de estudiantes y aguardan se vuelva a la normalidad, como de a pocos parece ocurrir, reanudar su capacitación y cumplir con las nuevas exigencias legales. Lógico será ampliar el plazo de adecuación que vence el próximo mes de noviembre.