Un aspecto poco difundido en Perú de las elecciones en Ecuador es que la candidata perdedora, la correista Luisa González es una ferviente evangélica aliada de la extrema izquierda, una mezcla parecida a la de hostias con pólvora.
Luisa pertenece a la iglesia protestante Centro Cristiano Unción de Dios. Un hombre que se proclamó «profeta» dijo que Dios le había anticipado que una mujer sería presidenta, mientras le entregaba una especie de banda presidencial. El mismo «profeta» reveló ante los creyentes que se había encontrado tanto con Rafael Correa cuanto con Pabel Muñoz y Dios mismo le había dicho que les dijera que iban a ganar las elecciones.
El triunfo del joven empresario Daniel Noboa representa una segunda gran derrota consecutiva del chavista que gobernó ese país del 2007 al 2017 y produjo leyes como el Código monetario y financiero, que otorgaba mayor protagonismo y control del Estado en la economía.
La derrota de González puede explicarse en el acercamiento que dijo haber tenido con el impresentable presidente de Colombia Gustavo Petro en temas de seguridad ciudadana, especial preocupación de los ecuatorianos motivada por la presencia de bandas de delincuentes de Colombia y Venezuela.
La injerencia de evangélicos en la política es otro de los factores que despierta rechazo de una población mayoritariamente católica.
El triunfo de Noboa significa un retroceso, ojalá que para siempre, del izquierdista Rafael Correa quien reside en Bélgica y en abril del 2020 fue condenado en ausencia a ocho años de cárcel por cohecho en el denominado “Caso Sobornos 2012-2016”. El 15 de abril de 2022, el Gobierno belga otorgó a Correa el estatus de asilado político.
Noboa sólo gobernará entre diciembre y mayo de 2025. Ese año, se celebrarán elecciones nuevamente. Es hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, quien se postuló sin éxito para la presidencia hasta en cinco ocasiones.
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El presidente saliente, Guillermo Lasso, convocó en mayo a elecciones anticipadas para evitar un juicio político por cargos de haber ignorado advertencias de malversación de fondos en un contrato de una empresa estatal, cargos que él niega
as hostias con pólvora.
El triunfo del joven empresario Daniel Noboa representa una segunda gran derrota consecutiva del chavista que gobernó ese país del 2007 al 2017 y produjo leyes como el Código monetario y financiero, que otorgaba mayor protagonismo y control del Estado en la economía.
La derrota de González puede explicarse en el acercamiento que dijo haber tenido con el impresentable presidente de Colombia Gustavo Petro en temas de seguridad ciudadana, especial preocupación de los ecuatorianos motivada por la presencia de bandas de delincuentes de Colombia y Venezuela.
La injerencia de evangélicos en la política es otro de los factores que despiertan el rechazo de una población mayoritariamente católica.
El triunfo de Noboa significa también un retroceso, ojalá que para siempre, del izquierdista Rafael Correa quien reside en Bélgica y en abril del 2020 fue condenado en ausencia a ocho años de cárcel por cohecho en el denominado “Caso Sobornos 2012-2016”. El 15 de abril de 2022, el Gobierno belga otorgó a Correa el estatus de asilado político.
Noboa sólo gobernará entre diciembre y mayo de 2025. Ese año, se celebrarán elecciones nuevamente. Es hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, quien se postuló sin éxito para la presidencia hasta en cinco ocasiones.
.El presidente saliente, Guillermo Lasso, convocó en mayo a elecciones anticipadas para evitar un juicio político por cargos de haber ignorado advertencias de malversación de fondos en un contrato de una empresa estatal, cargos que él niega.