La enemistad, antagonismo, disputa y rivalidad son pretexto para que el odio los lleve a decir que a determinada persona no la pueden ver ni en pintura.
Prefieren no volver a cruzarse en el camino de ese a quien detestan con todas sus fuerzas.
Ocurre entre personas que discrepan por razones políticas, científicas, literarias o sentimentales, que es cuando más sucede.
Eran novios y se amaban o creían que se amaban, hasta que rompieron y ahora ella no lo puede ver ni en pintura.
La aversión por la otra persona es tan grande que no puede ver ni siquiera un retrato de ella.