Les dicen así a quienes optan por no definir una posición clara y contundente respecto a determinado asunto, especialmente en el plano político, no son ni chicha ni limonada.
Se trata de algo que no es bueno ni malo, no es agradable pero tampoco desagradable, de un sabor indefinido, ni dulce ni salado.
La chicha es una bebida preparada a base de algún fruto fermentado, mientras que la limonada es un refresco de limón, sin contenido alcohólico.
El dicho podría tener su origen en España, aunque también hay quienes sostienen que fue en Cuba, en la letra de una canción muy popular que ofrecía una bebida que no era fuerte como suele ser la chicha, ni tan suave como la refrescante limoná.
Usted no es na’
No es chicha ni limoná
Se lo pasa manoseando
Caramba zamba su dignidad
Usted mire, no es na’
No es chicha ni limoná
Se lo pasa manoseando
Caramba zamba su dignidad