El recuerdo que tengo de mister Palmer es impreciso, borroso, remoto debido no solo a la cantidad de años transcurridos sino del escaso contacto con un personaje al que poco conocí, pero que llama la atención en el repaso que a ratos hago de mi infancia.
Era un caballero que fácilmente encajaba en lo que dicen la tercera edad, de caminar pausado, vestido siempre de terno, de corbata muy bien puesta y ahora dudo si usaba sombrero aunque lo imagino en invierno con uno de esos de ala corta, trilby y en verano con esos de paja que protegen y esconden la avanzada calvicie.
Usaba antejos de gruesas lunas transparentes sobre la nariz roja que revelaba su inocultable afición al whisky. En días de sol los cambiaba por otros de lunas oscuras, Ray Ban.
-The piece o chalk
Era una de las frases clásicas de los cursos de inglés de los que saqué muy poco provecho, como temo le sucedió a gran parte de compañeros de clase. Excepcionales son los que aprendieron el idioma por algún esfuerzo adicional, fuera del colegio. Los pedazos de tiza servían para afinar la puntería.
¿Qué hace este gringo en Tacna? Es la pregunta que siempre me hacía e imaginaba andanzas de un espía británico antes de la aparición de las películas de James Bond.
No se le conocía familia alguna y Mr. Palmer transitaba las calles céntricas de la ciudad, queriendo comprender la razón por la que no terminaba de curar las heridas de una guerra que cobró la vida de muchos de sus hijos más queridos y lo acogía con desconfianza.
Versiones distintas de Mr, Palmer llegaron después con la presencia de voluntarios del Cuerpo de Paz, que entre otros propósitos querían promover una mejor comprensión de lo que es el pueblo estadounidense. Giglio se enamoraba de todas las gringas.
Los gobiernos habían entendido la necesidad de promover la enseñanza de otros idiomas, como el inglés, debido a la influencia de la economía norteamericana.
Tal vez en los próximos años recibamos la presencia de maestros chinos procurando enseñar su idioma, debido a que tal como marchan las cosas, China se podría convertir en la potencia que marque la pauta en el comercio y desarrollo mundial.