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sábado, noviembre 23, 2024

MARTHA HILDEBRANDT

Creo haber escrito antes sobre Martha Hildebrandt y seguramente repetiré casi lo mismo en la nota que me atrevo ahora como homenaje a una mujer trujillana que por su talento intelectual se daba el lujo de ser atrevida hasta la violencia, dura, crítica, soberbia y hasta abusiva con los más cercanos a ella. En cambio, con quienes reconocía algún talento se convertía en una dócil y delicada doncella.

A fines de los ochenta pude tratarla directamente, recién terminado el gobierno de Alan García, cuando estuve por segunda vez en Global, que con Carlos Guillén en la gerencia pretendíamos convertir ese canal en seria competencia de los que hubo en esos días.

Decidimos hacer de Martha, casi anónima, un personaje público mediante un breve espacio en el que se incluiría una breve declaración de algún político e inmediatamente después un comentario suyo criticando el mal uso del lenguaje, que es un defecto en el que incurren casi todos.

“Vuelvo a reiterar” es una frase que repiten casi a diario y ella podría decir algo así como redundancia es la repetición o uso exagerado de una palabra, expresión o concepto, y pleonasmo es un tipo de redundancia donde se usan, reiteradamente, términos o sinónimos o frases y conceptos, los cuales hacen que la idea, dentro de la oración, se vuelva excesiva y superflua.

Me encargaron convencerla de incursionar en la televisión y por eso tuve varias reuniones en su casa, en 28 de Julio, en Miraflores y hasta llevé una enorme casetera de esas que funcionaban con casetes de ¾ de pulgada para hacerle ver algunos ejemplos.

En esas circunstancias me llamaron por tercera o cuarta vez del Canal del Estado y tuve que abandonar la tarea, a medio camino, en vista de la mayor responsabilidad que asumí en esos días.

Años más tarde nos volvimos a encontrar cuando formaba parte de la mesa directiva del congreso y fui invitado a ocupar la jefatura de prensa y protocolo.

Entonces contraté a Jorge Merino para que se dedique exclusivamente a atender a Martha, que casi a diario reclamaba alguien de prensa para diversos temas relacionados con publicaciones, conferencias de prensa y entrevistas exclusivas.

Ellos se comprendieron muy bien y seguramente ahora se han vuelto a encontrar y estarán retomando esas largas conversaciones que tuvieron en una de las principales oficinas de nuestro palacio legislativo. Dicho sea de paso, Jorge fue un brillante periodista, de los más grandes que ha tenido el país en todos los tiempos, muy culto y se entendió de maravillas con esa mujer que será siempre recordada como una férrea defensora de un idioma que tanto maltratamos.

Fue una destacada lingüista, escritora, profesora universitaria, subdirectora general de la Unesco, la segunda mujer en ocupar la presidencia del Congreso falleció el pasado jueves a los 97 años de edad.

 

 

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