El vicealmirante Luis Giampietri ofreció una conferencia de alrededor de tres horas sobre el comunismo en el Perú, el último miércoles vía zoom, a un auditorio de 400 participantes que al final lo bombardearon de preguntas.
Los medios de comunicación están manipulando a los jóvenes y eso es malo, puesto que los muchachos que están en pleno proceso de formación reciben versiones que no corresponde a la realidad, fue una de sus acusaciones.
Fue breve y veloz para contar sobre el comunismo desde su aparición y cómo desde la caída del muro de Berlín cambiaron de estrategia y ahora siguen lo planteado por Antonio Gramsci y Palmiro Togliatti, de infiltrar las instituciones del Estado, la iglesia, los medios de comunicación y el poder judicial para imponer la idea de ese nuevo orden mundial al que nos están enfrentando.
Contó desde los primeros movimientos comunistas en nuestro país hasta la derrota de Sendero Luminoso y el MRTA. Su participación en la lucha contra el narcotráfico, en el gobierno de Belaunde, la toma de la residencia del embajador japonés y la formación de organizaciones no gubernamentales infiltradas en el poder.
Dijo que plantean la desaparición de las Fuerzas Armadas para ser reemplazadas por la policía y alertó que en este momento hay más de 2 mil militares sometidos a juicios, algunos durante décadas, sin mayor defensa que la de abogados mal pagados pero comprometidos con ese sentimiento patriótico que hoy no se promueve en las escuelas.
El avance del comunismo en el Perú, en todas sus formas y matices, desde ultras hasta sofisticados caviares, se debe al descuido y abandono de empresarios y líderes sociales que miran de costado un fenómeno que nos afecta a todos. No salimos a enfrentar al enemigo.
El diálogo interamericano y los foros de Sao Paulo y de Puebla están detrás de lo que viene sucediendo y además, en el Pérú, cuenta con financiación de las mafias dedicadas al tráfico de drogas, de madera, oro ilegal y contrabando.