La letra i deriva de la décima letra proto sinaítica iod o “brazo con mano”. Proto sinaítica o proto cananeo se refiere a unas inscripciones encontradas en la península del Sinaí; en griego se le conoce como “iota” y el punto fue añadido en la edad media para evitar confusiones en la escritura cursiva, en el diptongo ui con el iu. Posteriormente se generalizó para todas las minúsculas.
Quienes tomaron esta decisión jamás sospecharon que el punto que estaban incorporando se convertiría en señal de determinación, implacable, severo, inflexible con la verdad.
Poner los puntos sobre las íes significa que se van a decir las cosas sin tapujos, sin subterfugios, de manera directa para que todo quede bien claro.
Es una manera de precisar como son las cosas, aclarar confusiones y malos entendidos, dar la versión final y verídica de la situación, determinar aquello que no había sido suficientemente explicado, entendido.
Acabar o perfeccionar algo con extrema minuciosidad dice el diccionario.