La extrema izquierda y la extrema derecha se unieron anoche, después de mucho tiempo, para volver a fracasar juntos en su intento por derrumbar al gobierno.
Vladimir Cerrón y la facción radical y minoritaria de Perú Libre, los seguidores de Keiko Fujimori y Rafael López Aliaga, además de algunos integrantes de Avanza País y derechistas de otros partidos, todos juntos, perdieron en la votación de anoche.
Se impuso en el congreso la posición centrista que volvió a resultar mayoritaria como cuando se eligió a la actual directiva del parlamento que encabeza María del Carmen Alva.
Fueron los votos de Acción Popular (14), un sector ahora mayoritario de Perú Libre (19), Alianza para el Progreso (13), Juntos por el Perú (4), Podemos (4), Somos Perú (5) y del Partido Morado (3), además de algunos de Avanza País (3) y Renovación Popular (2), los que le dieron la confianza a Mirtha Vásquez y su gabinete.
Esto no quiere decir que el gobierno tiene la vía libre ni mucho menos un cheque en blanco. Por lo prono deben hacerse la idea, todos, que dentro de poco veremos la interpelación al ministro de Educación quien no gobierna en su sector sino su hija, dicen insistentes rumores.
Será suficiente que los que votaron distinto a su bancada en Avanza País y Renovación Popular se alineen de manera disciplinada para voltear la tortilla en la próxima consulta al pleno.
Pero dependen de los seguidores de Cerrón que difícilmente volverán a exponerse al ridículo de anoche, de votar contra el que se supone es su propio gobierno.
Por eso es que Vladimir Cerrón resultó ser el mayor perdedor. Siendo líder del partido que “ganó la elección” perdió en una noche toda posibilidad de maniobra al interior del gobierno.
Y de eso se ha dado cuenta Pedro Castillo que de esta manera está demostrando por qué está donde está y por qué tiene en sus manos inexpertas el destino de 33 millones de peruanos.
Lo que corresponde a todos, siquiera por unos meses, es apoyar al presidente y a su gabinete, debido a que así lo ha querido al pueblo, que aunque a muchos les cueste reconocer, es la representación del sentir nacional, es lo que piensa la mayoría del país.