Dina Boluarte se jugó anoche el todo por el todo, con muy pocas probabilidades de éxito. Conminó al Congreso aprobar un proyecto que adelante las elecciones en el segundo domingo de octubre para tener nuevo presidente y nuevo congreso, al comenzar el próximo año.
Darse cuenta que desde la presidencia cualquier disposición que se le ocurra es acatada inmediatamente y así entran y salen ministros, cambian jefes de reparticiones públicas, nombran funcionarios que pueden decidir sobre compras millonarias o ejecutan proyectos que pueden estar durmiendo en la refrigeradora de la burocracia, la empujan a este juego de dados que puede perder.
En el congreso, lo hemos visto, existen más de diez bancadas y resumiendo, tres tendencias que difícilmente logran algún consenso. Un sector de los tres seguramente votará en favor de la propuesta presidencial, mientras los otros dos probablemente digan que patinó.
Son los límites del poder los que ha puesto en juego la presidenta Boluarte, que con esta movida podría afianzar una imagen que le hace falta, de mujer con pantalones.
Pero como con el boomerang de Australia, puede regresar al palacio muy rápido, hoy mismo o dentro de algunos días, para subrayarle el límite de sus atribuciones.
El congreso para adoptar acuerdos, según la materia, requiere mayoría de votos y las mayorías pueden ser simples, absolutas o calificadas. En este caso, para adelantar las elecciones necesitan más de dos tercios del total, mayoría calificada, 87 votos.
Si Dina consigue eso, sin bancada propia, será casi como un milagro, que particularmente desearía ocurra. Estaremos atentos a lo que suceda hoy. Siempre es mi deseo que a los gobernantes les vaya bien y especialmente en este caso, de la primera mujer que ocupa el cargo, dejará una señal de lo que pueden hacer ellas en el gobierno.
En el fondo, es el apuro por encontrar salida a una crisis heredada y cocinada durante 16 meses de sembrar odio entre peruanos y que no se atreven a resolver como tuvo que hacerlo en su casa el gobernador de Madre de Dios Luis Otsuka Salazar.