Después de más de veinte años regresé a Trujillo gracias a una gentil invitación de Dina de la Soledad Yepez Cerna, Decana del Colegio de Periodistas de La Libertad, para recibir un diploma y medalla de reconocimiento al trabajo que me tocó realizar al comenzar este siglo al frente del diario La Industria.
El centro histórico de esa bella ciudad está siendo gravemente afectado por el paso de los años y algunas de sus viejas casonas caen derribadas también por la incompetencia de sus autoridades.
Junto a esas caídas me enteré están a punto de caer los diarios “La Industria” y «El Satélite” debido a graves problemas económicos surgidos a partir del fallecimiento de sus propietarias, las hermanas Isabel y María Ofelia Cerro Moral.
La dictadura militar que comenzó un día como hoy en 1968, afectó a estos diarios, como a todos los medios de comunicación del país y después pusieron su cuota la reciente pandemia y la revolución de las comunicaciones.
Al borde del cierre tendría que constituirse un comité de salvación formado por representantes de las principales industrias de la región, mineros, cerveceros, cementeros, pesqueros y el propio Estado, para rescatar esos diarios.
La Industria y El Satélite forman parte de la historia moderna de Trujillo y merecen el esfuerzo de los hijos de esta maravillosa ciudad. Son diarios que forman parte de la identidad de un pueblo singular y ejemplar.
Lamentablemente sus autoridades no dan la talla que dejaron personas honestas y trabajadores como el ingeniero José Murgia Zanier, a quien tuve el gusto de volver a saludar en esa bonita ceremonia de mis hermanos periodistas a quienes vuelvo a extender mi agradecimiento.