Le decimos calendario a la forma como ordenamos los días, semanas, meses y años y los más famosos, sin duda, son los de Play Boy con fotografías de mujeres bellas con poca ropa o sin ninguna.
Y la expresión de las calendas griegas la usamos para dar a entender que eso que debe suceder, no sucederá nunca, pasarán los días, pasarán los meses, pasarán los años. Y eso nunca ocurrirá.
Las calendas que dan origen al calendario eran unos libros que usaban los contables de la antigua Roma (calendarium) y viene del verbo calare, que significa llamar y eso ocurría el primer día del mes cuando había que pagar las cuentas, los impuestos, las deudas y el contable llamaba y gritaba reclamando la presencia del deudor.
Ad kalendas graecas, para las calendas griegas, significaba para los romanos que nunca va a suceder, debido a que en Grecia no medían el tiempo a partir de las calendas, no existían las calendas.
A fines del siglo III antes de Cristo, los romanos conquistaron el mundo griego y a partir de ahí ocurrió una simbiosis que dio origen a lo que conocemos como cultura greco-romana.
A la larga somos herederos de esa simbiosis cultural y la mejor prueba es que seguimos usando expresiones como esta. Un ejemplo es la sentencia a los ladrones de la mafia de Odebrecht , para los del negociado del aeropuerto de Chinchero o la cárcel para Cerrón, previstas para las calendas griegas.