Sin ánimo de provocar nuevos señalamientos que me aproximen a actitudes sacrílegas me atrevo a comentar que lo sucedido en esta Semana Santa propició el milagro de la resurrección del turismo en Tacna. Miles de ciudadanos chilenos pugnaron por cruzar la frontera y volver a disfrutar de la hospitalidad de mis paisanos.
Tacna venía creciendo en todo sentido, entre otras razones, por la presencia cada vez más grande de turistas chilenos atraídos por lo barato que les resulta disfrutar de la gastronomía peruana, los servicios de hospedaje, medicinas, víveres, licores, juguetes, ropa y servicios de salud, entre otros.
Es lo que sucedía hasta que apareció el coronavirus y durante el tiempo que duró la peste cerraron la frontera y la actividad de la ciudad declinó al extremo de propiciar la quiebra y el cierre de numerosos establecimientos, con la consecuente desocupación para numerosos trabajadores.
Terminada la epidemia y reabierta la frontera no se había registrado un flujo de visitantes tan grande como el que ocurrió desde el Jueves Santo. Fue como un huayco de visitantes, un alud de viajeros, una resurrección del turismo.
Había conversado con amigos comentando que lo de la resurrección es algo que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas y es que a veces sentimos morir cuando un negocio fracasa, un emprendimiento no da el resultado esperado, sufrimos una desilusión, como dice el cantante, sufrimos la pérdida de alguien muy querido, o el fanático ve perder sucesivamente a su equipo favorito o un proyecto político se desarma.
Varias pueden ser las razones por las que tal vez podamos sentir que estamos muriendo y varias igualmente son las oportunidades que la vida nos brinda para resurgir con optimismo de ese difícil momento y esas son pues, nuestras resurrecciones.
Me alegra la resurrección del turismo en Tacna, una región que, sin mucho bombo ni platillos, recibe más turistas que ninguna otra región del Perú y merece una mejor mirada por parte de gobernantes que desconocen esa riqueza que bien puede expandirse a las regiones vecinas.