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sábado, noviembre 23, 2024

LA PRUEBA DEL DELITO

No hay pruebas repite insistente el presidente del Consejo de Ministros Aníbal Torres y repiten en coro los demás ministros cuando pretenden tapar el sol con un dedo.

Son dichos de dichos que publican los diarios y eso no es prueba de nada, argumentan atrevidos, desvergonzados, como si los prófugos Bruno Pacheco, Fray Vásquez y Juan Silva fuesen inventos de la literatura fantástica.

Pedro Castillo y esposa están acusados de haber presentado una tesis fraudulenta, llena de plagios y el asunto quedó flotando en el limbo buscando se disuelva en el tiempo.

César Acuña trató de poner paños fríos y junto con autoridades de la Universidad César Vallejo sostuvo que “el trabajo de investigación del mandatario posee un aporte de originalidad” y consiguió pasar el mal momento hasta que tuvieron que pronunciarse formalmente ante la Sunedu y reconocer que las coincidencias halladas en la tesis significan que existe plagio.

Posee un 54 % de similitudes sin exclusiones y 0% con exclusiones, mientras el problema de investigación tiene un 52% sin exclusiones y 38% con ellas. El marco teórico de la investigación tiene un 96% de similitudes sin exclusiones y 86% con exclusiones. En pocas palabras, es un plagio.

El plagio está tipificado como delito en el artículo 219° del Código Penal, y puede ser sancionado con una pena privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de ocho años. A ello se le suma la imposición de 90 a 180 días multa y todo lo que acarrea haber obtenido beneficios económicos del Estado, por esa tesis.

Karl Theodor zu Guttenberh, ministro de Defensa de Alemania tuvo que dejar el cargo cuando se descubrió que había plagiado parte de su tesis doctoral, la Universidad de Bayreuth le retiró el título.

Como él son varios los políticos de distintos países que vieron frenadas sus vidas al descubrirse fraude en la elaboración de sus tesis, pero eso ocurre en países desarrollados, donde no necesitan leyes que hagan cumplir las leyes.

Aquí las leyes son “interpretadas” por jueces y fiscales que han hecho del Perú lo que hoy somos, por encima de gobernantes y políticos que no les pueden tocar ni con el pétalo de una rosa.

La tesis es la prueba del delito, todo lo demás es cuento, como el del pollito.

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