Hubo necesidad de llevar al veterinario a mi gata que se llama Pichicha (alias Malula), debido a que últimamente vomitaba la comida que durante no menos de doce años ha sido la misma, esas galletas que de distintos sabores producen especialmente para mascotas.
Para ese fin existen los portagatos, pequeños contenedores que facilitan el traslado de los gatos, debido a que diferencia de los perros, están acostumbrados a transitar únicamente por lugares que ellos conocen. Si los retiras de su hábitat se inquietan, desesperan y buscan huir y si escapan en el camino puede resultar muy peligroso.
La hemos llevado varias veces para que la bañen, perfumen y engrían, así como para que le den pastillas para desparasitarla o le pongan vacunas, pero nunca por razones de enfermedad y la primera vez que la llevamos por esta última razón no le gustó.
Parece que los exámenes que le hicieron le causaron incomodidad. Luego la llevé por segunda vez, a pedido de la veterinaria y se resistió apenas vio el gatomóvil, estaba molesta debido a que le afeitaron la barriga para tomarle una ecografía y eso, como es de suponer, la molestó mucho más, se enojó.
Cuando debí llevarla para un tercer examen y me vio con el portagatos se asustó y escondió entre un pequeño bosque de macetas, para no entrar a lo que ve como anticipo de más incomodidades, más molestias.
Fue como cuando en el colegio, en primaria, un profesor cogía una vara de bambú y aunque nunca lo vi golpear, era suficiente para que dejemos los juegos y caminemos derechito al salón, después del recreo.
Aquí con la gata y el papamóvil es al revés. En cuanto ve el gatomóvil desaparece y debo dedicar unos minutos a buscarla, como en las escondidas, hasta que renegando termina dentro de esa pequeña caja de plástico que ayuda a trasportarla.
Le recetaron una dieta blanda consistente en comida preparada especialmente para estas circunstancias, distinta (y más cara) que la comida que venden en conservas.
Ahora la Pichicha está bien, ya no vomita, pero no se resigna a la dieta y reclama por más comida, que podremos ir aumentando con los días. Tiene unas piedritas que debe eliminar para que no se repitan más episodios de vómitos gatunos.