Por Antero Flores-Araoz
Hay personas que cuando escuchan expresiones como “patria grande”, integración de los pueblos y varias otras similares, piensan en RUNASUR y con razón se tornan temerosas y hasta creen que nuestro país dejará de serlo, que su soberanía se esfumará y que formaremos parte de algún conglomerado de naciones unificadas en un nuevo Estado común.
Lo cierto es que RUNASUR es diferente de la expresión coloquial Patria Grande. Países como Alemania, Francia e Inglaterra, entre otros, han combatido en la primera y en la segunda guerra mundial, en el siglo pasado, estando en bandos diferentes los dos últimos con respecto al primero. Hoy se sienten europeos y todos formaron parte de la Unión Europea hasta que el Reino Unido se retiró. Los ciudadanos de Europa Occidental, además de serlo del país que los vio nacer, se sienten partícipes también de algo más grande como es Europa y ello, en nada reduce o limita su amor y entrega al país de su nacionalidad.
En América existe algo similar. Por ejemplo, los países caribeños, además de responder sus ciudadanos al Estado correspondiente, se sienten parte del Caribe y hasta actúan muchas veces como bloque en los organismos internacionales como por ejemplo la OEA.
En América del Sur tenemos dos principales sistemas de integración económica. Uno el MERCOSUR conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y, pese a los intereses comunes de que hacen gala, no por eso renuncian sus ciudadanos a sus respectivas nacionalidades en busca de una mayor que los agrupe.
Por otro lado, en Sudamérica también tenemos la Comunidad Andina (CAN) antes denominada Acuerdo de Cartagena que creada en 1969 alberga a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y de la cual dejaron de formar parte Chile y Venezuela. Dichos países tienen historia común, formaron parte de virreinatos de la corona española y tienen el honor de haber luchado por sus respectivas independencias bajo los liderazgos de José de San Martín y de Simón Bolívar.
La CAN tiene por finalidad el desarrollo armónico de sus países miembros, la elevación de los niveles de vida de sus poblaciones, su integración económica, e incluso se reconocen entre los mecanismos para alcanzar sus metas, la integración física (inc. i del art. 3 del tratado constitutivo). Además, se ha avanzado hasta el establecimiento del Pasaporte Andino, sin que ello signifique que los peruanos dejen de serlo, o que los colombianos ya no lo sean.
Si bien en los albores de la independencia de nuestros países sudamericanos, hubo intentos de unificación, ello no prosperó, aunque el sentimiento de ser hermanos sudamericanos sigue en pie y a esta América a la que pertenecemos le llamamos la “Patria Grande”, pues evidentemente estamos más cerca por ejemplo del Ecuador, en todas nuestras vivencias, que de Italia u otro país de Europa.
El término “Patria Grande” es de larga data, viene desde José Artigas y Manuel Ugarte, que publicó bajo dicho título un importante libro en 1922.
Somos peruanos, pero pertenecemos también a Latinoamérica que es la Patria Grande que no debe confundirse con RUNASUR que pretende ser un nuevo Estado con desmedro del sur peruano, Bolivia, norte chileno y argentino. Esto sí, absolutamente inaceptable.