A la larga lista de atentados contra el oleoducto norperuano, que prácticamente ha paralizado la producción de petróleo en la selva se debe sumar la destrucción del campamento de la minera Apumayo en Ayacucho, la suspensión de actividades en Antamina y la grave situación de Las Bambas con un año de paralizaciones por bloqueos de la carretera en apenas cuatro años de operaciones.
Tres son las posibles explicaciones:
1.- Es producto de un plan del gobierno para empujar a una asamblea constituyente que la mayoría del país rechaza.
2.- Es parte de un plan de otras fuerzas políticas de izquierda, más radicales, que quieren sacar del gobierno a Pedro Castillo.
3.- Es una combinación de las dos anteriores que se ha desbordado, escapa al manejo del gobierno y nadie sabe en qué pueda terminar.
Mientras tanto existe impunidad total, como en el caso Odebrecht, con los Dinámicos del Centro, con los que fueron sorprendidos cometiendo fraude, con los promotores de disturbios en Lima, en la Panamericana Sur y Norte.
¿Cuál es la solución para la situación de los cocaleros que bloquearon la interoceánica? Seguramente “los legalizan” para que sigan produciendo coca con licencia gubernamental, como en Bolivia.
Los presidentes regionales de Arequipa y Puno están presos por corruptos. Esto es de hace pocos días, pero el de Huancayo tiene corona. Abundan las pruebas para que vaya a la cárcel y sigue libre.
Las fuerzas armadas están en la obligación de proteger las instalaciones estratégicas y de ayudar a poner orden antes que lleguemos a una situación descontrolada y suicida. Para eso existen.
El sistema democrático no se negocia, se defiende.