Por bruta y achorada la derecha (DBA) perdió las elecciones presidenciales en Guatemala. Varios candidatos de derecha dispersaron el voto de los electores y abrieron camino para que dos candidatos de izquierda pasen a la segunda ronda electoral.
Sandra Torres y Bernardo Arévalo, disputarán la presidencia del país de mayoría conservadora, declarada capital iberoamericana próvida, con más de la mitad de su población de confesión evangélica.
Sin embargo, el partido Vamos, del actual presidente Alejandro Giammattei, sería la bancada mayoritaria en el Congreso de 160 escaños, al ganar 40 diputados, según una proyección del influyente diario Prensa Libre. El partido de Torres tendría 27 diputados y el de Arévalo 24.
Inevitablemente tendrán que unirse para no caer en el canibalismo político en el que incurrió la derecha.
En tercer puesto fue para el candidato oficialista de derecha, Manuel Conde, el cuarto lugar es para el empresario de derecha Armando Castillo (apoyado por un partido evangélico) y en quinto puesto el centrista Edmond Mulet.
La derecha bruta y achorada peruana, debe dar una mirada a estas elecciones guatemaltecas para evitar suceda lo que está asomando en el congreso a punto de elegir una mesa directiva formada por radicales de izquierda, lagartos, niños malos y mochasueldos.
Dina tendrá que dejar de mirar desde el balcón y aportar su cuota electoral salvo que quiera asumir las figuritas que le caerán al gobierno de prosperar la fórmula roja, siempre atenta al primer traspié de la DBA, como en Guatemala.