Con el riesgo de omitir gratos recuerdos que se esconden en el laberinto de mi frágil memoria, me aventuro a escribir una breve nota sobre un gran periodista deportivo, Justo Sotoperalta Ramos.
Lo conocí al comenzar los años 70, hace medio siglo, cuando la ciudad de Tacna no era ni la mitad de lo que es hoy día. Correo era en la práctica el único diario local y La Voz de Tacna, por el que guardo especial cariño y agradecimiento, tenía un tiraje muy corto.
Justo trabajaba en un pequeño cuarto en el que apenas entraba un escritorio con la máquina de escribir y una silla que generalmente ocupaba algún deportista, dirigente o árbitro.
A ratos, que podían ser algunos días, lo reemplazaba su hermano Ronald, que compartía su pasión por el deporte. Les habría resultado más fácil transcribir información sobre el deporte nacional, el campeonato de fútbol profesional o las noticias relevantes del deporte mundial. Pero ellos se esforzaban por llenar sus páginas con información local, las ligas amateurs de Tacna y distritos vecinos.
Justo y Ronald eran también muy buenos diagramadores y muchas veces se encargaban de toda la edición, además de sus acostumbradas tres páginas deportivas,
Justo se empeñaba por sacar adelante el vóley femenino, con una generación de muchachas entusiasmadas en alcanzar títulos nacionales, compitiendo con equipos de ciudades mucho más grandes y posibilidades de presentar selecciones más competitivas.
Igual sucedía con el atletismo, los velocistas, lanzadores de discos y jabalinas, salto largo y salto alto, box, basket y hasta juegos de salón como el ping pong y ajedrez.
Fiscalizaba el desempeño de dirigentes y árbitros y hasta fungía de réferi en campeonatos de barrio que promovía con la pasión que solamente pueden tener aquellos que nacen y viven con amor por el deporte.
Tacna, especialmente el deporte, le deben mucho a un grande del periodismo deportivo y este es apenas un breve recuerdo de un personaje que no se si sigue en Tacna. Alguien me dijo que andaba por el vecino país de Bolivia, en Cochabamba.
La foto pertenece al álbum de la colega Lourdes Arratia Torres, que aparece junto a nuestro recodado “Sotopec”. A ambos un abrazo desde Lima con el deseo de poder hacerlo personalmente la próxima vez que los vea.