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sábado, noviembre 23, 2024

JUEZ CITA A BETHEL

Para mañana miércoles a las 4.40 pm está fijada la hora de la audiencia de conciliación de forma virtual dispuesta por la Juez Rosa Luz Lita Córdova Forero, del Juzgado Especializado de Trabajo Permanente a cargo de mi caso, admitido en la vía ordinaria laboral.

La Resolución requiere al abogado de la parte demandada para que, en virtud al principio de buena fe y colaboración procesal, y sobre todo, si considera que en el caso de autos, la probabilidad de conciliar es escasa o nula; y por lo demás el espacio de tiempo que requiere el proceso de contestar y el traslado (digitalizar, cargar, enviar y notificar un escrito); de ser el caso, cumpla con presentar cinco días hábiles antes de la fecha de realización de la audiencia de conciliación programada: el escrito de contestación, a través de la mesa de partes virtual; la misma que será calificada y de ser el caso, puesto en conocimiento de la parte contraria en la etapa correspondiente.

Desconozco si Bethel ha presentado un escrito de contestación, como señala el requerimiento. Para los que no están enterados, mi caso es el mismo de miles de afectados por la pandemia, transcribo lo que publiqué el 9 de mayo al presentar la demanda.

Después de trabajar casi once años en Radio Bethel, de la iglesia del Movimiento Misionero Mundial, el 29 de abril de 2020 recibí una llamada telefónica:

– Señor Ugarteche, me han encargado decirle que usted “va a trabajar en Bethel solo hasta el día de mañana”, dijo una voz femenina.

– Está bien hermana, le ruego me diga ¿cuándo y dónde paso a cobrar mis beneficios sociales? respondí.

– Voy a consultar y le vuelvo a llamar, contestó muy atenta.

Pasaron unas horas y llamé a quien entiendo solamente estaba cumpliendo un encargo de

sus superiores. Me dijo que ellos se comunicarían. Recibí la llamada del hermano que manifestó ser el encargado de la radio y me indicó que no tenía beneficios sociales, puesto que había cumplido una tarea de “asesor”.

No recuerdo haber asesorado a nadie, respondí y en cambio le puedo afirmar que trabajé como periodista profesional colegiado, conduciendo diversos programas, en las mañanas y tardes, de lunes a viernes, como consta a miles de oyentes.

Dijo que por la pandemia la iglesia no tenía dinero y que por ser una emisora religiosa estaban en un difícil momento económico y “no tienes derecho a reclamar nada”. Le conté que hacía pocos días había entrevistado a un representante del ministerio de Trabajo, a quien le había expuesto un caso, sin decirle que era el mío y me respondió que, existiendo tanto tiempo de relación laboral, habiendo cursado recibos por honorarios en los últimos años y pudiendo probar una relación de dependencia, la empresa estaba obligada a pagar beneficios sociales.

Al día siguiente recibí la llamada del presidente de Bethel, Miguel Ángel Ángeles Ramón, quien me pidió disculpas por la forma intempestiva como estaba terminando nuestra vinculación, me dijo que espere un par de días, mientras buscaba la manera de atender mis requerimientos. Dos días después volvimos a conversar y en conclusión dijo que el pastor Luis Meza Bocanegra conversaría conmigo, terminada la cuarentena, cosa que después de meses no se ha producido. Intenté hablar con el pastor Luchito pero no me contesta el teléfono.

Cuando recurrí al directivo encargado de las finanzas, el pastor Juan Llenque, me dijo que no tenía derecho a beneficios sociales, que así le habían indicado en la oficina legal. Será entonces por la vía legal como resolveremos esto, le contesté.

Como me empujaron a resolver esta situación de esta manera, con abogados, presenté la denuncia judicial y aguardo una sesión de conciliación prevista para mediados del mes de julio.

No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, reza el dicho y aguardo confiado lo que resuelva la justicia.

 

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