Cuando leo titulares o escucho comentarios de analistas que afirman tendremos un congreso fraccionado me provoca preguntar ¿y que esperaban? Se inscribieron 24 partidos, solo pudieron participar alrededor de 18 y el resultado previsible era que cuando menos la mitad pudiera acreditar representantes en el parlamento.
Y el asunto no es nada complicado. Serán dos grandes grupos, como funcionan todos los parlamentos en el mundo entero. La izquierda y la derecha. En la izquierda se ubicarán los comunistas, hoy llamados socialistas, progresistas y varias otras etiquetas; mientras a la derecha estarán los fujimoristas, con los seguidores de Hernando de Soto y de Rafael López Aliaga, aunque este último diga lo contrario.
Quedan en el camino otros cinco partidos que hay que verlos con cuidado. Alianza para el Progreso, el partido de Acuña, podría verse tentado de apostar por la izquierda debido al paisanaje que lo une a Castillo, aunque su conducta empresarial señala lo contrario.
Luna Gálvez apunta a la derecha si quiere salvar lo que queda de su emprendimiento empresarial afectado por un Sunedu caviar.
Los moraditos se alinearán con la izquierda debido a que son caviares convictos y confesos, con pretensiones socialistas moderadas y más preocupados por la ideología de género que por la economía social de mercado.
En Acción Popular sus actuales dirigentes se alinearán también con la izquierda por Mesías Guevara, gobernador regional de Cajamarca y secretario general del partido que fundó Fernando Belaunde Terry. Dudo que todos sus militantes.
Finalmente, el Somos Perú que lideró Forsay tiene gente de izquierda que apuntará en esa dirección, aunque el futbolista tendría que cuidar esa decisión que influirá más adelante en próximos procesos electorales. Él es joven y tiene derecho a pensar en nuevas oportunidades.
Pero la votación la decidirán millones de votantes que no participaron en la primera vuelta por temor al Covid-19, que son mayoritariamente de derecha.