Nunca entenderé que tiene que ver el dicho con la situación, cuando decidimos no ir al colegio, no asistir a clases en la Universidad ¿para qué perder tiempo?
Y entonces comenzamos verdaderamente a perder el tiempo en actividades recreativas como partidos de fulbito, cine, naipes o billar.
¿Y las vacas?
El origen del dicho tiene que ver con la colecta que hacían campesinos mexicanos encargados de cuidar el ganado que llevaban a lugares lejanos, en los que a veces permanecían largas temporadas, impedidos de regresar por las fuertes lluvias, entonces, para alimentarse, sacrificaban una de las vacas que luego debían de pagar entre todos.