Las informaciones falsas, equivocadas por errores humanos o de manera deliberada y con oscuras intenciones son conocidas según el habla de estos días como “fake news”. Este término es utilizado para referirse a la difusión de contenido engañoso, falso o fabricado.
Y me acaba de ocurrir hace un par de días cuando al pie de una nota expresé mi solidaridad con mis paisanos de Tacna al enterarme que se había producido un temblor de 6.2 grados, casi un terremoto, que supuse debió causar cuando menos alarma en la población.
Mi tocayo Pancho Giglio rápidamente me comentó que no había sentido nada y le dije será que tienes un sueño muy profundo y esta vez me replicó:
- Es recomendable verificar antes de remitir noticias “mal entendidas”.
Y efectivamente, otras personas me comentaron casi lo mismo, que no habían sentido ningún temblor, Que había un error en la información.
Acompaño una foto de la pantalla donde se puede comprobar que El Comercio, Gestión y La República, entre otros, cayeron en el mismo error que supongo es producto de una mala interpretación que alguien cometió sin mala intención.
Sucede que el epicentro del sismo ocurrido en la medianoche del último miércoles estuvo en Calama, una localidad de Antofagasta y alguien confundió ese nombre con el de Calana, localidad muy cercana a la ciudad de Tacna.
Aclarado el “fake news” y con las disculpas del caso, especialmente a mi tocayo, me alegra saber que fue eso y no el casi terremoto que se teme pueda producirse algún día en mi tierra