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sábado, noviembre 23, 2024

ENEMIGOS DE LOS ASHÁNINKAS

La Comisión de la Verdad y Reconciliación tiene evidencias que le permiten concluir que el PCP-SL, entre los años 1985 y 1993, decidió desarrollar un conjunto de actos ilícitos contra el grupo étnico asháninka, ubicado en los distritos de Río Tambo y Pangoa, provincia de Satipo, departamento de Junín, como parte de un ataque generalizado y sistemático que tenía como objetivo central, sojuzgarlos para utilizarlos en su estrategia de guerra emprendida contra el Estado peruano.

Afectaron aproximadamente 44 comunidades nativas asháninkas, así como a un estimado de no menos de diez mil personas asháninkas (entre desplazados, asesinados, torturados, sometidos a condiciones infrahumanas, etc.) asentados en sus territorios ancestrales.

Los actos ilícitos perpetrados por miembros del PCP-SL, de una manera frecuente y variada, como parte de este ataque generalizado y sistemático, fueron los siguientes: a) asesinatos; b) muerte cruel de heridos y enfermos; c) torturas y tratos inhumanos; d) juicios sumarios; e) violencia sexual, incluida la servidumbre sexual que afectó a las mujeres asháninkas; f) secuestro de niños; g) trabajos forzosos; h) infligir castigos colectivos como quema de viviendas y bienes; i) sometimiento masivo de la población a cautiverio, esclavitud, servidumbre y trabajos forzosos; j) ordenar traslados forzosos; k) provocar desplazamientos forzosos individuales y masivos; etc.

La población asháninka, subordinada al PCP-SL, fue esclavizada en la medida en que: a) Fueron tratados como objetos de propiedad del PCP-SL, al ser trasladados a lugares inhóspitos y al coactar el derecho de los asháninka a la libre circulación y movilidad sin autorización previa del partido; b) Muchas mujeres asháninka fueron prostituidas y usadas como esclavas sexuales; c) Muchas mujeres, menores de edad, fueron también prostituidas y tratadas como esclavas sexuales; d) Los niños asháninka fueron obligados a trabajar o fueron obligados a combatir en el conflicto armado; e) Finalmente, el partido podía decidir la vida o la muerte de los asháninka, en muchos casos obligando incluso a los asháninka a matar a sus propios familiares, amigos y vecinos.

Teniendo en cuenta que el trabajo forzoso u obligatorio comprende todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente, es posible afirmar que el PCP-SL conminó, contra de su voluntad y bajo amenaza de muerte o tortura, a un número significativo de la población asháninka, considerada “masa”, a realizar trabajos forzosos, en condiciones de subordinación y discriminación, para beneficiar a los “mandos” de la indicada organización política. (Comisión de la Verdad pág.696 )

 

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