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sábado, noviembre 23, 2024

ELSPOT DEL OFFSIDER

En 1990 había que escoger entre el liberal y notable escritor Mario Vargas Llosa y el gris y enigmático profesor universitario Alberto Fujimori. El debate previo a la votación sirvió para que el escritor hiciera alarde del dominio y buen uso del idioma, frente a un nisei de vocabulario limitado e ideas aparentemente cortas.

Vargas Llosa ratificó y demostró al mundo que en cuestiones políticas lo que le interesa a las personas es el sentido de las ideas y no la forma como se exponen. Y en el debate, en el fondo, la gente advirtió que se venía una etapa de ajustes económicos y despidos masivos, se venía un shock. El otro candidato se limitó a manifestar que había que tomar el asunto con calma, que era mejor estar tranquilos, que todo se podía resolver con honradez, tecnología y trabajo.

Vargas Llosa ganó el debate, fue su gran victoria. “Otra victoria como esta y volveré solo a casa” es una frase atribuida a Pirro, luego de vencer a los romanos a costa de la vida de miles de sus soldados. Desde entonces, 279 AC, se dice “victoria pírrica” aquella que se logra con muchas pérdidas para el supuesto vencedor.

Un spot ideado por Giovanni Quero, un generador de mensajes para publicidad política, sacó provecho de las circunstancias y con música de Pink Floyd (El muro) trajo por tierra la candidatura del autor de “La ciudad y los perros”. Giovanni explica los detalles de la producción del spot en un libro que tituló “El Perú contra en diablo” donde se encarga de aclarar todas las versiones que en algún momento circularon sobre la producción del spot a quienes mañosamente se atribuyeron la autoría.

22 millones de peruanos están en peligro.

Esto podría suceder:

– Inflación al 30 mil por ciento.

– Fábricas que se cierran.

– Chacras abandonadas.

– Minas paralizadas.

– Salarios que se esfuman.

– Desempleo total.

– Hambre, violencia, más desnutrición.

– Juventud sin estudiar…

Fujimori fue el offsider, redujo la planilla pública, despidió a cientos de miles de trabajadores estatales y se inició el proceso de privatización buscando alcanzar el equilibrio financiero.

Evidencias de corrupción empujaron su huida al Japón y años después, extraditado de Chile, fue enjuiciado y condenado a 25 años de prisión por el asesinato de estudiantes de La Cantuta. También tiene sentencias por usurpación, peculado, falsedad ideológica y corrupción.

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