Pedro Grullo existió, en la vida real o en la imaginación, qué duda cabe, existió hace mucho tiempo para dar lugar a lo que hoy llamamos perogrulladas, el rey del pleonasmo, tautologías retóricas como la U es la U del puma Carranza o veinticuatro horas sin ti, es como un día sin ti, de Acuña.
Parece cierto si digo que Pedro Grullo es un personaje casi de leyenda que se reencarna cada cierto tiempo para entretenimiento de quienes nos divertimos con sus expresiones.
Datis fue un sátrapa que incurría en el uso frecuente de palabras con el mismo significado y de quien deriva el concepto de datismo, mientras endíadis es una figura similar cuando usamos dos palabras que se complementan para expresar una idea (sano y salvo, de carne y hueso, a tontas y a locas…)
“Una persona es feliz cuando logra su felicidad” es sin duda una frase célebre de nuestro amigo César Acuña, primero en celebrar los memes que se publican con cada una de sus ingeniosas frases.
Las perogrulladas de César son de antología, cómo no celebrar aquella referida al arte del buen decir: “antes de hablar quiero decir unas palabras” o “no regalé plata sólo doné dinero”.
Sinceramente le agradezco por tantas y tan divertidas ocurrencias y sin intención de burla, solo con el aprecio que merece, me quedo ahora con “la vida es lo más preciado que uno tiene en la vida”.