Hay personas que desde muy temprana edad muestran inclinaciones por el mal e irremediablemente terminan por un mal camino.
Nacer chueco significa que desde sus primeros años de vida fue dando muestras de mal comportamiento, antisocial y con el paso de los años la tendencia se fue reforzando hasta consagrarse como un gran delincuente.
Los especialistas sin embargo no piensan así, opinan que las fallas de conducta pueden corregirse y finalmente se puede conseguir enderezar aquel árbol que estaba creciendo torcido.
En la opinión popular se llegó a convertir en dicho a fuerza de confirmar aquello que es advertido desde la niñez y que con los años no hace más que confirmarse.
El árbol que nace torcido jamás su tronco endereza, es otra manera de decir lo mismo. Una persona jamás cambiará si es que desde temprana edad no es debidamente corregida.
Es el típico dicho que forma parte de aquello que llamamos la sabiduría popular.