Así como en Chile apelan a un supuesto péndulo para convertir la derrota comunista en amenaza, no faltan en Perú quienes esgrimen igualmente explicaciones mentirosas como que fuimos gobernados siempre, 200 años, por regímenes de derecha y eso es falso.
No se acuerdan que fue la izquierda la que colocó en el gobierno a Alberto Fujimori, en oposición al derechista Mario Vargas Llosa. Después eligieron a Toledo en oposición a García, que calificaban de derechista y sucesivamente eligieron a Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Pedro Castillo, contra la derechista Keiko Fujimori, sólo por hablar de años recientes.
Es la izquierda la que siempre decidió las elecciones en el Perú, pero sucede que cada vez que eligen a alguien no tardan en aparecer posturas izquierdistas más radicales que terminan convirtiendo a ese presidente en derechista.
Es un péndulo que alzó vuelo solamente para un costado al extremo que la pita se rompió y la realidad les llegó bruscamente como cuando caen al suelo y necesitan levantar cabeza para ver lo sucedido.
Esos presidentes elegidos por la izquierda resultaron acusados de corruptos, algunos encarcelados, otros procesados o investigados con pronóstico reservado.
Es el precio que debemos pagar por la destrucción de los partidos políticos y la escasez de nuevos líderes capaces de lavar la cara a una política embarrada por la corrupción.
Dejen de esgrimir mentiras como que la derecha siempre gobernó en el Perú, son los izquierdistas quienes siempre decidieron las elecciones y nos colocaron en la encrucijada de estos días.
El fracaso de los regímenes comunistas se debe a que les resulta imposible modificar racionalmente la realidad del mercado, que se rige por leyes que no pueden cambiar, como la oferta y la demanda que determina los precios de los metales y las medicinas, por igual.
Ojalá existiera ese péndulo que nos traslade ahora a un periodo de honestidad y transparencia que devuelva la decencia a la noble responsabilidad de gobernar.