El modelo boliviano fracasó. Las políticas de Evo Morales tan aplaudidas en mi tierra Tacna y en Puno resultaron un desastre, como todos los experimentos socialistas.
El modelo de Evo, elogiado y citado como ejemplo de lo que podría hacerse con la economía peruana colapsó, debido a que se quedaron sin divisas. Eso de repartir lo poco que se tiene dura hasta que la plata se acaba y lo que viene en adelante es padecer pobreza, como en Venezuela, como en Cuba.
La economía dirigida por Evo Morales, al comienzo, como como Hugo Chávez en Venezuela, resultó un éxito social y político, millones se vieron beneficiados con subsidios a los combustibles, los alimentos, la electricidad , los fertilizantes y el control de precios.
Y todo eso suena bonito mientras hay billete en las arcas fiscales, pero cuando ese dinero se acaba, que siempre llega ese momento, entonces sucede que no hay dólares para nada y buscan mil maneras de conseguir las divisas que les permitan seguir importando todo lo que necesitan, desde alimentos hasta medicinas, artefactos eléctricos, pasando por ropa, vehículos y combustibles.
Los puneños llegaron a condecorar a Evo Morales y lo ven como ejemplo que deben de seguir, sin aceptar que ese es el camino al desastre. Bolivia se quedó sin divisas y entran ahora a un proceso inflacionario como lo vivimos nosotros en los años 80, como vive ahora Venezuela.
El modelo boliviano es el mismo modelo comunista, que se sustenta en la redistribución de la riqueza, hasta que no queda nada por redistribuir y comienza el hambre, la desesperación, la represión, la dictadura.
El riesgo país ha subido 30% este año, los bonos bolivianos valen el 70% de su valor, el dólar paralelo es muy superior al oficial y no hay como solventar un déficit fiscal de 6%.
Lo que se viene para Bolivia, está cantado, es una devaluación que hará saltar su moneda a niveles paupérrimos y el cierre de la frontera, por los disturbios en Puno, precipita un desenlace fatal para la economía del pueblo boliviano. Los puneños se convirtieron en verdugos del gobierno títere de Evo Morales.