Gran polémica generó en su momento ver a nuestros valientes militares con mandiles sobre su uniforme oficial, con motivo del lanzamiento del programa “Hombres por la igualdad” del ministerio de la mujer. Desató la crisis de los mandiles rosados cuando algunos consideraron una ofensa al uniforme.
Los años pasan a la velocidad del tiempo y uno de esos generales es hoy el jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas, general Manuel Jesús Gómez de la Torre Araníbar, sobre quien se posan las miradas de quienes se preguntan qué fue de la lucha contra Sendero Luminoso, contra el terrorismo.
Las informaciones que llegan del VRAEM dicen que no pasa nada o muy poco, allí donde remanentes de Sendero Luminoso encontraron no solo refugio, sino la fuente de financiamiento ilícito de más de una aventura política.
- Difícil imaginar a los comandos combatiendo con mandiles o a Bolognesi disparando el último cartucho con la misma indumentaria.
- No pues, dirán, esas son otras circunstancias, se entiende que los mandiles los usan en sus casas para ayudar a sus esposas, en la cocina.
- Para eso mismo también seguramente se sacan el uniforme militar. No creo usen mandil sobre el uniforme.
- Eso solo tiene un valor simbólico, fue sólo para la foto.
- Por eso mismo, el uniforme no debe prestarse para actos que van a simbolizar algo irreal, algo que jamás pasó ni sucederá, una pose sólo para la foto.
Estoy seguro que la gran mayoría de militares, todos, ayudan a sus esposas en la cocina, pero antes se cambian de ropa. Por algo dicen que en los cuarteles son fieros leones y en sus casas unos mansos gatitos. La ministra que les indujo posar para la foto pasó al olvido mientras ellos siguen con sus uniformes y llegan a ocupar los más altos cargos en la jerarquía militar.
Fue algo simbólico que resulta difícil de borrar y queda ahí en la historia como testimonio de un gesto que, en su momento, desató una gran polémica.