Poco más del uno por ciento de electores votó el último domingo por el partido Perú Libre, que llevó al gobierno a Pedro Castillo y quienes lo acompañan. Un desastre electoral por donde lo miren.
Eso queda muy claro al conocer los resultados, muy apretados, con el triunfo de López Aliaga según adelantan diversos medios de comunicación con el 100% de actas procesadas y poco más del 97% computadas.
El partido político de Vladimir Cerrón suma el 1.4% del total de los votos, que significa que poco más de uno de cada cien ciudadanos aprueba con su voto la gestión de este gobierno.
Entonces mal hacen Castillo, Aníbal Torres y la comparsa de incompetentes que los acompañan cuando alegres y ufanos hablan en nombre del pueblo ¿de qué pueblo? Del uno por ciento del pueblo.
Si el gobierno no lee el resultado electoral de Lima entonces que lea el resultado electoral en Huancayo, cuna del partido de Cerrón donde según la misma ONPE alcanzan apenas el 4.35% de los votos válidos. Y algo parecido ocurre en Cajamarca, cuna del presidente.
En Huancayo ocupan el último lugar en las elecciones municipales donde participaron 13 candidatos.
A nivel de elecciones regionales ni siquiera aparece entre los nueve primeros y está relegado al rubro otros, por ser insignificante la cantidad de sus electores.
De modo que supongo ahora cambiará la actitud del presidente Castillo y de los hermanos Cerrón, digamos que para bien y no insistan en cambiar la estructura del Estado, destruir las instituciones y promover asambleas constituyentes que el pueblo rechaza,
El pueblo les dice que están haciendo un mal gobierno, con numerosas denuncias de corrupción, investigaciones fiscales y prófugos de la justicia.
Esa es la democracia Castillo, escucha Cerrón, es permitir que el pueblo se exprese libremente y ahora les dice que se vayan por donde vinieron, que ese cuento del marxismo, leninismo, mariateguismo no lo aceptan los peruanos. El pueblo está descontento con Castillo y con Cerrón, el pueblo rechaza al partido Perú Libre.