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sábado, noviembre 23, 2024

EL ESPEJO ARGENTINO

Acaso decir que quieren echarse abajo la constitución no es ir en su contra, que quieren una asamblea constituyente para cambiar la constitución no es ir contra la constitución.

Ese es un delito que, como mostró la televisión, se alienta con operadores venidos desde Bolivia que actúan impunemente.

La incapacidad de Castillo y su gente para dirigir el gobierno es evidente y si a Vizcarra lo vacaron por incapacidad moral a Castillo deben sacarlo simplemente por incapacidad, sin apellido.

Para no caer en un proceso inflacionario que nos haga cada día más parecidos a Venezuela, necesitamos crecer económicamente y resulta imposible crecer con un mandatario y su gente, amenazando todos los días con una asamblea constituyente para cambiar las reglas de juego a los inversionistas.

Sin inversiones no vamos a crecer y el desastre lo grafican Nicaragua y Venezuela y anticipa una Argentina que ayer finalmente votó masivamente contra la izquierda suicida de Fernández y Cristina Krishner.

Hubo elecciones para renovar buena parte de las cámaras de senadores y diputados y el resultado de la votación refleja el descontento de un país que en estos momentos padece una inflación del 50 %, preludio de la temida hiperinflación venezolana.

En Argentina, en las elecciones de ayer para renovar la mitad de la Cámara de Diputados, el gobernante Frente de Todos (FTD), que agrupa a diferentes vertientes del peronismo, quedó nueve puntos por detrás de la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, al que había derrotado por nueve puntos en las elecciones presidenciales de 2019.

En tanto, en la elección para reemplazar a un tercio de los senadores, el FDT sufrió una derrota más dura, con una diferencia de 20 puntos con Juntos.

Esa es la opinión del pueblo argentino, desengañado de una izquierda que solo trae más inflación, desocupación, inestabilidad política y económica. Rechazan los bonos del gobierno, quieren trabajo.

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