Leo en El Comercio del último sábado un artículo del nuevo embajador del Reino Unido Gavin Cook, quien muy suelto de huesos anuncia que “promueven la investigación que sirve y servirá de evidencia para el diseño e implementación de políticas públicas en el Perú…”
Alguien tendría que explicarle al excelentísimo señor embajador que no es bueno que se inmiscuya en el diseño ni implementación de políticas de ningún tipo, que eso es una intromisión grosera en nuestra política interna, como lamentablemente estuvieron acostumbrados en el pasado.
Hay peruanos que no olvidamos la intromisión de ese mismo reino en la Guerra del Pacífico, que tanto dolor causó a nuestro país. Los británicos no son ningún buen ejemplo para promover nada que tenga que ver con políticas relacionadas por ejemplo con el matrimonio, como públicamente pretende, porque desde el Rey y la Reyna pasando por premieres y lores para abajo, no son buen ejemplo en ninguna parte. Viven de escándalo en escándalo. El príncipe Harry y Megan Fox le pueden revelar detalles.
Aquí en el Perú, le cuento, acabamos de tener no hace mucho un presidente homosexual y no preocupó a nadie, igual tenemos ministros y congresistas de la comunidad que dice defender y que le pueden contar que no necesitan que nadie los defienda. Nadie los señala ni discrimina por su condición sexual.
La sociedad peruana es tolerante con la comunidad LGTB, la inclinación sexual de algunos políticos y artistas, personajes de la televisión, académicos y empresarios no impide que desarrollen sus actividades como el resto de personas, no hay discriminación, no necesitamos que nadie venga a decirnos como debemos tratarlos.
En el Perú no nos olvidamos que John Thomas North fue el empresario británico del monopolio del salitre que obtuvo sus mayores ganancias producto de la Guerra del Pacífico, al hacerse de la mayoría de las salitreras. Revisa la historia y mide tus pasos Gavin Cook. No confundas inclusión con intromisión.