El avión, ese logro de la inteligencia del hombre fue el símbolo de la recreación en mi niñez, pese a que solamente existía en la imaginación infantil de quienes veíamos una cabina de pilotos en un nudo de enormes eucaliptos, en el centro del más grande de los jardines del agrupamiento de las 200 casas en Tacna.
Eran dos árboles que compartían raíces y en algún momento pudieron ser más, pero la tala prematura formó este pulpito entre los gruesos troncos al que subíamos para simular un viaje de fantasía a esos mundos luminosos que inventamos a esa edad.
- Mamá voy a salir a jugar
- A dónde hijito, preguntaba siempre
- Al avión
- Regresa para el almuerzo, no te vamos a esperar, sentenciaba.
Todavía no usábamos reloj y adivinábamos la hora por el mayor o menor tránsito de personas en los alrededores. Cuando había menos gente es que se estaban almorzando y era hora de volver.
Los eucaliptos pueden alcanzar hasta 60 metros de altura y estos del avión eran los más altos del barrio. Son una fábrica inagotable de pirulos, las semillas, capsulas verdes cuando recién caen y marrones con el tiempo y se convierten en perfectos proyectiles, las municiones de nuestras guerrillas.
Junto al avión se formaban grupos jugando fulbito, algunos, 7y ½ o golpe con los naipes, bolitas o trompo, mientras las niñas en las veredas o frente a la capilla, generalmente dedicadas a la payaya o rayuela.
Al agrupamiento 28 de agosto le dicen las 200 casas una urbanización construida durante el gobierno del General Odría a mediados del siglo pasado, consistente en edificios de tres pisos, 4 de 12 departamentos y 8 de 18, además de un bloque comercial que en el segundo piso tenía otros cuatro o cinco departamentos.
Supongo razones de seguridad motivaron la erradicación de los eucaliptos que por su antigüedad se convertirían en un riesgo para los vecinos.
Ahora los niños juegan con aviones virtuales y supongo acabada la pandemia volverán a reunirse en grupos en el mismo lugar para compartir sueños y aventuras mucho más fantásticas en las lejanas galaxias de la imaginación.