Me voy a tomar la libertad de contar una historia que escuché hace unos años de boca de uno de sus protagonistas y que aún recuerdan algunos trabajadores de esa televisora.
La noche del atentado terrorista contra Frecuencia Latina, cuando el vigilante dio la voz de alarma, que un coche bomba fue estrellado contra el portón de ingreso de vehículos, inmediatamente ordenaron evacuar a los pocos trabajadores que se encontraban en las oficinas de redacción de “90 segundos”. Un camión robado a la Marina fue cargado con 600 kilos de dinamita y Anfo
Tenían que salir en dirección contraria al lugar donde estrellaron el carro con los explosivos. Justo Linares, Jefe de redacción, salió con el periodista Rodolfo Osorio y se protegieron tras el grueso tronco de un viejo árbol, de los que había en los jardines del local de la avenida San Felipe.
De pronto el estallido fue tan fuerte que comenzaron a caer los escombros por todas partes y el ruido los había dejado sordos. La bomba y sus esquirlas mataron al productor Alejandro Pérez y a los vigilantes Javier Requis y Teddy Hidalgo e hirieron a otros 20.
La explosión los había hecho saltar por los aires, volaron todas las ventanas del canal de televisión y de todo el vecindario. Cuentan que los inodoros del canal y de las casas vecinas se desintegraron por la fuerza del ruido.
– Justito, Justito, comenzó a llamar Rodolfo a su jefe
– ¿Dónde estás justito? No te veo, insistía el redactor.
– Estoy aquí abajo, me estás pisando $%&/( ?, respondió Justo, adolorido.
Rolando (Rolito) consiguió ponerse de pie antes que Justo, pero no se dio cuenta que se había parado encima de su compañero que apenas se reponía del sacudón que los revolcó. La noche fue más oscura con el apagón y la nube de polvo que envolvió toda la manzana.
Ambos salieron caminando, aunque magullados y ahora recuerdan ese terrible momento.