Detén la noche
que el sol ya está por salir
después te irás y ya nunca tu volverás…
Los primeros acordes interrumpían abruptamente todas las conversaciones, los chicos apurados dejaban a un lado el vaso de licor, tiraban el pucho al suelo y lo pisaban y ellas con la mirada llamaban al elegido para bailar esa canción.
Y el cielo azul se ha puesto gris
por qué mañana te irás…
Recuérdame, aunque lo nuestro
termine esta noche
Todos habían escogido sus parejas y la sala resultaba pequeña, pero conveniente, para seguir con la balada que aceleraba los corazones adolescentes confundidos por el volumen de la música, mientras trataban de hablar, decir algo que pudiera alentar una conversación que los hiciera más amigos.
No has de sentir de mis labios
un solo reproche…
Quédate junto a mí
al menos un momento más
La letra fue escrita por el mismo que cantaba con una voz herida de una carraspera infinita que acabó con su vida. Eduardo Franco Zannier, tuvo la complicidad de Cacho Valdés, ambos de Paysandú, “Los Iracundos” estaban de moda.
Sé que mañana, no habrá más nada,
de aquel amor que fue todo mi mundo
y en las tinieblas me perderé, como un vagabundo…
Los quinceañeros de esos días no necesitaban la parafernalia que apareció años después. Suficiente un buen tocadiscos y los mismos invitados de siempre, todos nos conocíamos, sabíamos que podíamos disfrutar de unas pocas horas de amistad y compañerismo.
Las horas van pasando irremediablemente,
se acerca ya nuestra separación,
no puedo detenerte desgraciadamente,
aunque se me desgarre el corazón…
Los cuerpos apretados en ese abrazo cariñoso del baile, podía ser, alguna vez, el nacimiento de un romance infinito, para siempre, pero el disco duraba apenas tres minutos y sabíamos que acabaría pronto.
Y el cielo azul se ha puesto gris
por qué mañana te irás…
recuérdame, aunque lo nuestro termine esta noche.
La posibilidad de volver a bailar con la misma pareja podía dar pie a comentarios indeseados, prematuros, que era mejor evitar. La canción estaba por terminar y con ella la ocasión que había estado esperando mucho tiempo, pero resultaba difícil de explicar, decir, hacer realidad ese prohibido sueño juvenil que tiene que ver con el amor.
Sé que mañana, no habrá más nada
de aquel amor que fue todo mi mundo
y en las tinieblas me perderé
como un vagabundo…!