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domingo, noviembre 24, 2024

DESTRUCCION DE LA SAIS CAHUIDE

A inicios de 1989, el PCP-SL arremetió contra la Unidad de Producción Laive, destruyendo la maquinaria de procesamiento de leche y derivados. No contentos con esta acción, incendiaron los pastos, saquearon la casa-hacienda y finalmente distribuyeron el ganado a los trabajadores presentes.

En ese mismo año arrasan también las unidades de producción Tucle-Rio de la Virgen y Antapongo. Las comunidades vecinas de Palmayoc, Palaco, Llamapsillón y Chongos Altos azuzadas por los senderistas, concluyeron con el saqueo y repartición de bienes de estas unidades de producción. 120 mil cabezas de ganado ovino, 9 mil vacunos y 600 equinos de primera calidad fueron vendidos después de estos hechos, en los camales de la región.

Los senderistas quemaron carros, tractores y equipos. Incluso calcinaron las vacas más finas que tenían crías, «les rocían gasolina y luego les prenden fuego, daba pena ver como sufrían esos animales y no podíamos hacer nada». Todas las instalaciones de la Sub Unidad LAIVE fueron destruidas y bombardeadas, «cuando alguien quería salvar algo, los amenazaban».

A consecuencia de este hecho no solamente los empleados perdieron su puesto de trabajo, sino que se destruyó una importante fuerte de desarrollo e ingreso de la región centro. Después del atentado, los subversivos ordenaron que los animales fueran repartidos entre los pobladores de las comunidades de Chicche, Santa Rosa, Vista Alegre, Quishuar, Magdalena, Huayucachi, Huancán, Chupaca, Santo Domingo de Cachi, San Juan de Jarpa, San José de Quero, Chaquicocha y Shicuy entre otros.

En enero de 1989, el PCP-SL secuestra a Víctor Lozano, autoridad comunal de Chicche y delegado de su comunidad ante la SAIS-Cahuide, junto a Manuel Soto, antropólogo y promotor de la ONG CICEP, que mantenía proyectos en el lugar. Luego de torturarlos con vesania, los asesinan a tiros en un paraje desolado de la Comunidad de Palmayoc.

En éste periodo un buen número de personas se suma a las huestes senderistas. El PCP-SL exacerba con mucha habilidad para su propio provecho, los conflictos y disputas previamente existentes entre las comunidades. Según los pobladores del valle, los senderistas tenían como sus más cercanos «aliados» a los comuneros de Langaico, comunidad que pertenece a la zona altina de Laraos, provincia de Yauyos; departamento de Lima.

Los problemas locales se entremezclan con el conflicto armado interno en detrimento de la propia población. Un poblador de Chongos Alto, señala que los pobladores de las comunidades de Langaico (distrito de Laraos, provincia de Yauyos), Atcas (distrito de Huantan,.

Los pobladores de esta zona había logrado tal grado de especialización para el pastoreo, que muchos de ellos están en Estados Unidos o Europa, donde trabajan como «Ovejeros o Pastores».

Los comuneros del distrito de Huasicancha (provincia de Huancayo) invadieron los terrenos de Chongos Alto, apoyados por los miembros del PCP-SL. El día 16 de marzo de 1989, los comuneros del valle del Canipaco llegaron a la zona que había sido ocupada por los langainos e iniciaron el desalojo. Los invasores se retiraron del lugar porque los pobladores del Canipaco que se autoproclaman los «Verdaderos Propietarios» eran mucho más numerosos. En el desalojo, tres personas se enfrentan a los comuneros del valle del Canipaco, argumentando que el PCP-SL había autorizado tal posesión. Estos tres rebeldes fueron trasladaron hasta la comunidad de Chongos Alto donde los encarcelaron por tres días. Más tarde, por mayoría determinan entregarlos a la Policía Nacional de Huancayo. Cuando éstos eran trasladados aseguraron que se vengarían por todo lo acontecido. Después de una semana, la fiscalía provincial de Huancayo dejó en libertad a los detenidos, al no encontrar pruebas concretas.

El PCP-SL contaba con una red de información bastante efectiva y se informaba de todo lo que ocurría con mucha rapidez. Con la misma velocidad comenzaron a preparar la contraofensiva que sería la masacre más estremecedora de toda la zona del Canipaco. Los «mil ojos y mil oídos» volvieron a funcionar por última vez. El 11 de abril de 1989, día de la feria semanal en el distrito de Chongos Alto, autoridades y pobladores representativos de las comunidades de Chinche, Chongos Alto, Llamapsillón, Palaco, Vista Alegre y Palmayoc se reunieron clandestinamente en algún lugar de este distrito con el propósito de planificar acciones de defensa frente a la presencia del PCP-SL en la zona.

En la madrugada del día siguiente (12 de Abril) debían retornar a sus lugares de «seguridad» (muchas autoridades que vivían en las comunidades del Valle del Canipaco, debido a la presencia senderista habían emigrado por razones de seguridad hacía distritos cercanos a la ciudad de Huancayo, lugares donde había presencia policial o del ejército). Pero ese día en la madrugada llegan cuarenta senderistas al valle del Canipaco, quienes se dividieron en dos grupos. Uno de ellos se quedaría en Chongos Alto y Llamapsillon, y el otro se iría hasta Chicche.

Por medio de listas sacaron de sus casas a doce autoridades de las comunidades de Chicche, Llamapsillón y Chongos Alto y los condujeron hacia la plaza de Chongos Alto. Echados boca abajo con las manos atadas, fueron asesinados con un tiro en la cabeza; las suplicas y ruegos de sus familiares fueron en vano. Ellos fueron: De Chongos Alto: Amadeo Vilcapoma Camposano, Presidente del consejo de administración de la comunidad campesina de Chongos Alto. Melanio Castillon Román, Vicepresidente de la comunidad de Chongos Alto y profesor de educación secundaria. Julián Ricardo Porta Tarma, Comunero. Genaro Chanco Ricse, Gobernador. Mario Molino Chávez, Comerciante Cuzqueño 191 De Chicche: Elías Orihuela, Presidente del consejo de Administración de Chicche. Flores Orihuela Lozano, Alcalde Distrital. Macario Lozano Meza, Comunero. Vidal Orihuela Acuña, Secretario del Consejo de Administración. Donato Chagua Sauñe, Teniente gobernador. De Llamapsillón: Zocimo Rodríguez Porta, Teniente Gobernador. Roque de la Cruz Cerrón, Comunero.

Al retirarse los senderistas incendiaron el local del municipio de Chongos Alto (con la intención de quemar toda la documentación y títulos de los terrenos) y el local de la sucursal del Banco de la Nación. Luego se fueron caminando hasta Chicche donde abordaron el ómnibus que los llevó hasta las alturas de donde desaparecieron. Algunos pobladores alcanzaron a observar a los senderistas, cuando éstos se dirigían a Chicche y aseguran que la mayoría de ellos llevaban la vestimenta típica de los pobladores de «altura» y que únicamente 15 personas estaban armadas. Informe de Comisión de la Verdad, págs. 190-191-192.

Habitantes de la ciudad andina de Huancabamba, Perú, observan los restos de varias vicuñas que fueron muertas por cazadores furtivos el domingo 15 de febrero de 2009. Un alcalde regional denunció el miércoles 18 de febrero del 2009 la cruenta matanza de 55 de estos animales. Las fotos fueron entregadas a la prensa por las autoridades regionales que denunciaron el hecho (AP Foto)

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