PONER EL HOMBRO
Apropósito de las campañas de vacunación se lanzó una campaña destinada a motivar la participación de la población en el esfuerzo que hacen por enfrentar la epidemia del COVID 19.
Es la misma expresión que usamos para demandar apoyo en favor de una causa que demanda la participación colectiva. Vamos a salir de la crisis económica y para eso todos debemos poner el hombro.
La tarea de reconstrucción de la zona afectada por el sismo demanda el concurso de todos nosotros que estamos llamados a poner el hombro para ayudar a los más necesitados.
Hay quienes atribuyen su origen en tareas colectivas en el sector rural, cuando los agricultores suman esfuerzos para realizar una tarea que al final los beneficiará a todos.
Yo me atrevo a creer que tiene que ver con la costumbre católica de sacar imágenes en procesión, en andas cargadas por personas que ponen el hombro para trasladarlas de un lugar a otro. Los cargadores del Señor de los Milagros son un ejemplo del interés de muchas personas por poner el hombro.
UN PASO AL COSTADO
Ese ministro no sabe dónde está parado y sería mejor que dé un paso al costado es una expresión que hemos escuchado muchas veces y seguramente seguiremos escuchando.
Se usa no solamente con los ministros, aplica también para alcaldes, funcionarios públicos, dirigentes, entrenadores, fiscales y gobernadores, para cualquier persona que no está haciendo bien aquello para lo que fue convocado.
Implica que ha fracasado y debe salir del cargo para que otra persona asuma la responsabilidad para alcanzar mejores resultados.
El origen, supongo, tiene que ver con las costumbres militares que también recurren con frecuencia a reclamar que algunos den un paso al frente, si se ofrecen de voluntarios o también aquellos que reconocen haber participado en algún acto colectivo que contradice las normas.
VENDEDOR DE HUMO
El diccionario de la Real Academia lo define como el que simula gozar de la preferencia de algún poderoso y ofrece sus servicios a quienes buscan acercarse en busca de algún favor.
En los medios de comunicación suelen referir con el mismo calificativo a quienes prometen o hacen anuncios sobre algo espectacular, para distraer la atención de la opinión pública preocupada por un problema o grave asunto.
Venditio fumi (promesas falsas) es el origen romano del término que existe desde el nacimiento de la civilización occidental, según el lingüista Sebatián de Covarrubias. En el Perú se acriolló la expresión y el humo es reemplazado por sebo de culebra.
DEL DICHO AL HECHO
Del dicho al hecho hay mucho trecho y no cumplir una promesa causa desengaño y desconfianza, es síntoma de falsedad, de mentira, de farsa, de estafa.
Una cosa es lo que se dice y otra muy distinta lo que se hace, a veces hay una distancia muy grande, con sabor a perfidia, hoy día un juramento, mañana una traición, cantaba Carlos Gardel en un tango sobre los amores de estudiantes.
Lo cierto es que las promesas muchas veces se las lleva el viento, quedan en el olvido y tarde o temprano se deben de pagar, a veces con el repudio de quienes se sienten estafados.