La dictadura comunista de Cuba se está desmoronando con la complicidad de las redes sociales que alumbran hasta los más oscuros rincones de un régimen que no puede callar las protestas como antes, a fuego cruzado.
No importa que todos los medios de comunicación estén en manos del Estado, facebook, internet, Instagram, whatsapp, youtube y twitter, por mencionar algunas, son mucho más poderosas que el Granma, Tele Rebelde, Cuba Visión Internacional y el Instituto Cubano de Radio y Televisión.
Las calles de toda Cuba, en todos los barrios, en todas las ciudades de la isla se vieron invadidas por manifestantes que salieron para gritar a voz en cuello que están cansados de la dictadura, que quieren cambios políticos que aseguren una verdadera democracia, con pluralismo político, con libertad de expresión, con alternancia en el poder, con voto universal y secreto, con libertad de empresa, comercio y tránsito, con respeto a la empresa privada, con inversión extranjera, con posibilidad de viajar a cualquier parte del mundo sin pedir permiso al gobierno, con libertad de culto, sin corrupción de cúpulas enquistadas en el poder.
Un amigo que vivió años en Cuba me contó hace mucho tiempo que mientras estuviera vivo Fidel Castro resultaba imposible que cayera la dictadura en ese país, pero una vez muerto igualmente resultaría imposible evitar que eso ocurra.
Y se está cumpliendo. Mientras Fidel estuvo con vida a nadie se le ocurrió emprender una cruzada para sacarlo del gobierno. Muerto el líder y con su hermano retirado de los asuntos del gobierno, el descontento popular se manifiesta masivamente y le resulta difícil al actual presidente Miguel Díaz Canel, sostenerse en medio de una crisis económica que se traduce en hambre, más hambre que nunca.
El pueblo cubano está cansado del régimen comunista que subsiste pese al fracaso mundial de esa ideología.
La protesta de los cubanos ayer en La Habana, ocurrió también en no menos de otras 90 ciudades en todo el mundo, con cubanos que algún día pudieron escapar y ahora expresan su solidaridad con un pueblo querido que reclama y merece vivir en libertad.